La miniserie británica «Adolescencia» ha irrumpido con fuerza en Netflix, capturando la atención de millones de espectadores en todo el mundo. Dirigida por Philip Barantini y escrita por Jack Thorne y Stephen Graham, esta producción de cuatro episodios explora las complejidades detrás del asesinato de una adolescente por su compañero de clase, Jamie Miller, interpretado por Owen Cooper.
«Adolescencia» no solo ha logrado cautivar a la audiencia, sino también a los críticos, quienes la han descrito como «la perfección total» y «lo más cercano a la perfección televisiva en décadas». Su éxito se debe en parte a la técnica cinematográfica utilizada, donde cada episodio está filmado en una sola toma continua, lo que brinda una sensación de realismo e inmediatez.
La trama gira en torno a Jamie, un niño de 13 años arrestado por el asesinato de su compañera de clase. A medida que avanza la historia, un detective y una terapeuta intentan desentrañar las motivaciones detrás del crimen, explorando temas como el uso excesivo de redes sociales, la cultura «incel» y la desconexión familiar.
Stephen Graham, coguionista y actor en la serie, mencionó que la idea surgió de una serie de artículos periodísticos sobre crímenes similares, aunque no se basa en un caso específico. Graham, conocido por su trabajo en «Gangs of New York» y «Boardwalk Empire», también interpreta al padre de Jamie, lo que añade una capa de autenticidad a la narrativa.
Owen Cooper, de 15 años, debuta en la televisión con el papel de Jamie, un personaje de 13 años. Cooper confesó que su sueño infantil era ser futbolista y que la actuación comenzó como un pasatiempo. La serie se grabó en un plazo relativamente corto, lo que refleja la intensidad y el compromiso del equipo creativo.
«Adolescencia» ha roto récords en Netflix, alcanzando 24.3 millones de visualizaciones en su debut y superando los 66 millones en dos semanas. Su éxito no solo radica en su impacto visual, sino también en la reflexión que provoca sobre la sociedad actual y las consecuencias de los crímenes adolescentes.
En el final de la serie, Jamie decide asumir su culpabilidad, lo que desencadena una reflexión en su familia sobre su posible responsabilidad en el evento. Este giro subraya la complejidad de la narrativa y las preguntas sin respuesta que deja al espectador.