En un mundo donde las películas animadas suelen asociarse con la diversión familiar, «Memorias de un caracol» del director australiano Adam Elliot rompe con esta tradición al presentar una historia profunda y compleja, nominada a los Premios Óscar 2025. Esta película, realizada con la técnica de stop motion, no es para todos los públicos; sus temas oscuros y maduros, como el fanatismo religioso, la cleptomanía y el fetichismo sexual, la convierten en una obra destinada exclusivamente a adultos.
La trama sigue a Grace y Gilbert Pudel, dos hermanos gemelos australianos que, tras la muerte de su padre, son separados, marcando el inicio de un viaje emocional para Grace. A lo largo de su vida, Grace encuentra consuelo en la colección de figuras de caracoles y en la amistad con una anciana llamada Pinky, quien le enseña a enfrentar sus desafíos con resiliencia y amor.
«Memorias de un caracol» es una obra maestra visualmente atractiva, con una estética que combina la comedia y la tragedia de manera magistral. Aunque no contiene violencia explícita, sus temas maduros y su profundidad psicológica la hacen inapropiada para niños. La película llega a las pantallas venezolanas el próximo jueves 27 de febrero, ofreciendo una experiencia cinematográfica única y reflexiva sobre la vida y sus complejidades.
Con su nominación al Óscar y su estreno en festivales internacionales, «Memorias de un caracol» se consolida como una de las películas animadas más destacadas del año, demostrando que la animación puede ser un medio poderoso para explorar temas adultos con sensibilidad y profundidad.