La 97ª edición de los Premios Óscar, programada para el próximo 2 de marzo, promete ser un evento significativo que no solo celebrará el cine, sino que también rendirá homenaje a las víctimas de los devastadores incendios que han afectado a Los Ángeles y sus alrededores.
En un comunicado conjunto, el director ejecutivo de la Academia, Bill Kramer, y la presidenta, Janet Yang, anunciaron que la ceremonia se centrará en honrar la belleza y resiliencia de la ciudad, así como su papel fundamental en la industria cinematográfica durante más de un siglo.
Este año, la gala tomará un rumbo diferente al dejar de lado las tradicionales actuaciones en vivo que suelen acompañar las nominaciones a la categoría de mejor canción original. En lugar de ello, se dará prioridad a los compositores, quienes compartirán reflexiones personales sobre el proceso creativo detrás de sus obras. Esta decisión busca resaltar las historias e inspiraciones que dan vida a las canciones que han marcado el año en el cine.
La Academia también ha expresado su compromiso con las comunidades afectadas por los incendios, destacando la importancia de ser sensibles a las necesidades actuales en la región. «Estamos devastados por el impacto de los incendios y las profundas pérdidas experimentadas por tantas personas en nuestra comunidad», señalaron Kramer y Yang. Además, se espera que durante la ceremonia se reconozca el esfuerzo de los trabajadores de primera línea que han luchado contra estos incendios.
A pesar de los cambios significativos en la programación, se anticipan momentos musicales poderosos que conectarán la rica historia del cine con su futuro audaz. La gala será presentada por Conan O’Brien y se transmitirá en vivo por ABC y Hulu, alcanzando una audiencia global.
Con este enfoque renovado, los Óscar 2025 no solo buscan celebrar lo mejor del cine, sino también unir a la comunidad en tiempos difíciles y recordar la fuerza del espíritu humano ante la adversidad.