El reciente lanzamiento de Karol G, titulado “+57”, ha generado una ola de críticas que no ha pasado desapercibida en el mundo del entretenimiento. El influencer colombiano David Barreth, conocido como «el influencer de Dios», se pronunció públicamente sobre la canción, expresando su descontento. En un video, Barreth no dudó en disculparse en nombre de Colombia por lo que considera una “vergüenza” musical. “Los cantantes más famosos del país se juntaron y esperábamos algo grandioso, y adivinen con lo que salieron”, afirmó, analizando algunas de las letras del tema que, según él, no cumplen con las expectativas.
Las reacciones no se hicieron esperar. La ex reina de belleza venezolana, Bárbara Palacios, también se unió a las críticas, agradeciendo a Barreth por su valentía al señalar lo que considera un daño a la juventud. “Esas canciones llenas de humillación hacia los jóvenes son parte del abuso infantil a través de la música”, comentó Palacios, destacando la necesidad de un contenido más responsable en la industria musical.
La controversia ha puesto de relieve un debate más amplio sobre el contenido de las letras en la música urbana y su impacto en los jóvenes. Mientras algunos defensores de Karol G argumentan que la artista refleja realidades sociales, otros creen que es fundamental ser más selectivos con los mensajes que se transmiten a través de las canciones.
A medida que “+57” continúa ganando atención, tanto por sus ritmos pegajosos como por las críticas que enfrenta, queda claro que Karol G sigue siendo una figura polarizadora en la música latina. La discusión sobre el contenido y su influencia en la cultura juvenil está lejos de terminar.
A continuación el tema en cuestión: