Según la acusación, el artista «participó de manera continuada en un esquema generalizado de abuso hacia mujeres y otras personas».
Diddy, que fue arrestado ayer en un hotel de Nueva York, se encuentra actualmente en el tribunal y planea declararse no culpable, de acuerdo a la cadena CNN.
La acusación alega que, desde 2009 en adelante, el rapero agredió en numerosas ocasiones a mujeres, «golpeándolas, dándoles puñetazos, arrastrándolas, arrojándoles objetos y dándoles patadas».
También se le acusa de manipular a mujeres mediante actos como la distribución de narcóticos, la intimidación o la violencia para participar en «actividades sexuales orquestadas con trabajadores sexuales masculinos»
Además, a Combs se le imputa ser el jefe de una empresa criminal, Combs Enterprise, cuyos miembros participaban en actividades de tráfico sexual, trabajo forzado, trata de personas, delitos relacionados con estupefacientes, secuestro, incendio provocado, soborno y obstrucción de la justicia, entre otras.
El rapero, ganador de cuatro Grammy, supuestamente usó su negocio y a sus empleados para «llevar a cabo, facilitar y encubrir sus abusos y el comercio sexual», y según los fiscales, se ganó la lealtad de los miembros de sus empresas mediante la violencia y las amenazas.
Asimismo, presuntamente, «intimidó, manipuló, sobornó y amenazó a aquellas personas que fueron testigos de los delitos cometidos por los miembros y asociados de la empresa», según la acusación.
El abogado de Sean ‘Diddy’, Marc Agnifilo, dijo a CNN que el rapero «es inocente» de los cargos que se le imputan.
La imputación del músico, de 54 años, llega tras haber recibido durante el último año diez demandas de abuso sexual y violación por parte de diversas mujeres, unas acusaciones que Combs ha negado.
Sin embargo, en mayo emitió una disculpa pública después de que se revelara un video de 2016 en el que daba patadas y arrastraba a la que entonces era su novia, Cassie Ventura, por los pasillos de un hotel de Los Ángeles.
En marzo pasado, las autoridades ejecutaron dos órdenes de allanamiento en sus propiedades en Los Ángeles y en Miami como parte de una investigación federal sobre tráfico sexual, narcotráfico y posesión ilegal de armas.
EFE