La joven estrella de Hollywood, Jenna Ortega, ha tomado una decisión que ha sorprendido a sus millones de seguidores alrededor del mundo: cerrar su cuenta de X, antes Twitter. La actriz, conocida por su papel protagónico en la serie de Netflix «Merlina», ha explicado que esta difícil decisión se debe a una experiencia profundamente desagradable relacionada con la Inteligencia Artificial.
La actriz hizo su debut en la pantalla con tan solo 9 años y ha explicado la cara más oscura de la fama, revelando que decidió borrar su cuenta de X debido a los mensajes «repugnantes» que recibía y las fotos explícitas de ella cuando era adolescente generadas por Inteligencia Artificial.
«Odio la IA», confesó Ortega en declaraciones a The New York Times.
«La cuestión es que la inteligencia artificial puede servir para cosas increíbles. Creo que vi algo el otro día donde decían que la inteligencia artificial era capaz de detectar el cáncer de mama cuatro años antes de que progresara. Eso es hermoso. Limitémonos a eso. ¿Me gustó tener 14 años y hacerme una cuenta de Twitter porque se suponía que tenía que hacerlo y ver contenidos sucios editados de mí cuando era una niña? No. Es aterrador. Es corrupto. Está mal», señaló.
El caso de Jenna Ortega pone de manifiesto el lado oscuro de la Inteligencia Artificial y el creciente problema del deepfake. Estas tecnologías, aunque ofrecen grandes avances en diversos campos, también pueden ser utilizadas con fines malintencionados, como la creación de contenido falso y la invasión de la privacidad.
Ortega recuerda que, cuando tenía 12 años, le enviaron«una foto no solicitada de los genitales de un hombre» y, con todo, eso era «sólo el principio de lo que estaba por venir». Así, la actriz explica que decidió borrar su cuenta de X hace dos o tres años, después de que la situación empeorara y encontrándose ella en un «estado de confusión».
«Era repugnante y me hacía sentir mal. Me hizo sentir incómoda. En fin, por eso lo borré, porque no podía decir nada sin ver algo así», ha expresado la intérprete. Ortega, a quien al principio de su carrera le habían recomendado tener redes sociales para «construir su imagen» recuerda el momento exacto en que tomó la decisión de abandonar X: «Un día me desperté y pensé: ‘Oh, ya no necesito esto’. Así que lo dejé'».
La protagonista de “Merlina” ha admitido que, en ocasiones, tanto ella como sus padres se han arrepentido de haber iniciado su carrera actoral tan joven pero, al mismo tiempo, asegura que, «mirando atrás, no cambiaría nada».
Y es que, dejando de lado las malas experiencias en redes sociales, la actriz pone en valor todo lo aprendido, ya que ahora, al llegar a un plató, se siente «informada». «Sé lo que pasa a mi alrededor, por eso me siento increíblemente segura y cómoda y me entusiasma ir a trabajar cada día porque me resulta familiar», explica.
Cada vez son más las celebridades que denuncian el uso no autorizado de su imagen para crear contenido pornográfico o difamatorio. Este tipo de ataques no solo afecta la reputación de las víctimas, sino que también puede tener graves consecuencias psicológicas.