Recientemente surgió que el príncipe Harry, desde su mudanza a California con Meghan Markle, se encuentra sumido en una profunda depresión, así lo reveló un experto en realeza. Según fuentes, esta situación ha generado preocupación en torno a la estabilidad emocional del duque de Sussex, quien ha dejado atrás su vida como miembro de la realeza para buscar una nueva realidad en Estados Unidos.
El experto Tom Quinn señaló que Harry no está disfrutando su vida actual y que su apoyo a Meghan y sus negocios no ha logrado llenar el vacío que siente. Según Quinn, el príncipe se siente perdido al haber renunciado a sus deberes reales y estar atrapado en una rutina monótona en suelo estadounidense. En palabras del experto: «Desde su nacimiento, está entrenado para hacer una sola cosa: ser un miembro de la realeza, y ha desperdiciado esa oportunidad».
A pesar de las expectativas de una vida tranquila y feliz en California, la situación parece distinta para el príncipe Harry. La mudanza que en un principio prometía libertad y alegría, se ha transformado en días de aburrimiento y tristeza para el hijo menor de Lady Di. Quinn añadió que Harry ya no se siente satisfecho y que incluso duda de haber renunciado a su estatus real.
La relación de los duques de Sussex ha sido objeto de críticas y especulaciones desde su partida de la realeza. La presunta depresión de Harry ha dejado en evidencia los retos y desafíos a los que se enfrenta la pareja en su nueva vida en California. Las tensiones familiares y la adaptación a un entorno distinto podrían estar afectando la salud mental del príncipe.
El príncipe Harry y Meghan Markle tomaron la decisión de alejarse de la monarquía británica en busca de una vida más independiente y menos restrictiva. No obstante, los desafíos emocionales que enfrenta Harry en su nueva vida en California plantean interrogantes sobre el costo personal de esa decisión y su impacto en su bienestar emocional.