La inteligencia artificial dio revolucionario en el mundo de los concursos de belleza con la coronación de Kenza Layli, una influencer virtual de Marruecos, como la primera Miss Inteligencia Artificial (IA). Envuelta en un hiyab dorado, Layli se destacó no solo por su belleza, sino también por su defensa del empoderamiento de las mujeres en la tecnología.
«La IA no es solo una herramienta. Es una fuerza transformadora que puede cambiar industrias, desafiar normas y crear oportunidades que no existían antes», dijo Layli en un video de agradecimiento al jurado. El concurso, organizado por la plataforma World AI Creator Awards (Waica), ofrece 5.000 dólares en metálico, además de programas de tutoría en tecnología y servicios de relaciones públicas.
El certamen se desarrolló exclusivamente en redes sociales, donde Layli y las otras finalistas, Lalina de Francia y Olivia C de Portugal, compiten por la atención de cientos de miles de seguidores. Las concursantes comparten en Instagram fotografías que reflejan actividades cotidianas, como observar las estrellas con un telescopio o comer en restaurantes con sus parejas, también creadas con IA.
La victoria de Kenza Layli fue el resultado de su implicación en causas sociales y su «gran consistencia facial y la calidad de detalles en las manos, los ojos y la ropa», según comentó al New York Post Aitana López, una influencer creada con IA que formaba parte del jurado. Layli anima a su audiencia a «desafiar el statu quo» y utilizar la IA para construir un futuro más inclusivo.
Sin embargo, el concurso no ha estado exento de controversia. Sally-Ann Fawcett, jueza de Miss IA, expresó su preocupación por la falta de diversidad corporal entre las participantes. «Me gustaría ver a alguien de otro sexo, alguien más grande, mayor, con defectos. Creo que como es el primer año, todo el mundo se ciñe al estereotipo típico de belleza», dijo Fawcett en una entrevista con NPR.
Kenza Layli, aunque es una creación virtual, ha logrado captar la atención y el apoyo de una audiencia global. Su coronación como Miss IA marca un hito en la integración de la inteligencia artificial en el entretenimiento y plantea interrogantes sobre el futuro de los concursos de belleza y su impacto en la sociedad.