La destacada estrella de fútbol americano, O.J. Simpson, dejó este mundo a los 76 años, tras luchar contra el cáncer de próstata.
En su paso a la NFL, Simpson continuó brillando, dejando una marca imborrable con los Buffalo Bills y los San Francisco 49ers. Sus habilidades excepcionales, su velocidad y su agilidad le permitieron establecer numerosos récords, llevando a su equipo a grandes victorias. Su dedicación al deporte lo llevó a ser incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Profesional, un honor reservado solo para los mejores jugadores de la historia.
Sin embargo, la vida de O.J. también estuvo marcada por un trágico evento que conmocionó al mundo entero. El asesinato de su exesposa Nicole Brown Simpson y de su amigo Ron Goldman en 1994 lo llevó a protagonizar uno de los juicios más mediáticos de la historia.
Tras un extenso proceso legal, el ex deportista fue absuelto en el juicio penal, pero posteriormente fue considerado responsable en un juicio civil y se le impuso el pago de una indemnización a los familiares de las víctimas.
A lo largo de los años, enfrentó diversas controversias y desafíos legales, incluyendo una condena por robo a mano armada y secuestro en 2008.
La familia de O.J. Simpson emitió un comunicado en el que expresan su profundo dolor por la pérdida de su ser querido y solicitan respeto a su privacidad durante este difícil momento.