La cuarta noche del Festival Internacional de Viña del Mar estuvo cargada de pura energía urbana, gracias al explosivo talento del artista Mora.
El joven cantante puertorriqueño, con tan solo 27 años, hizo su debut triunfal en Viña del Mar, adueñándose por completo del escenario de la Quinta Vergara y dejando al público boquiabierto.
El artista, a pesar de sus nervios iniciales, desató una magia indescriptible en el escenario, convirtiendo la Quinta Vergara en una auténtica pista de baile.
El repertorio de Mora estuvo lleno de éxitos que han conquistado las discotecas y las playlists de toda Latinoamérica. Temas como «Memorias» y «Una vez», en colaboración con el reconocido Bad Bunny, hicieron estallar la locura y desencadenaron una ola de euforia entre los fanáticos presentes.
El público, en un estado de éxtasis total, no pudo evitar mostrar su admiración y otorgarle a Mora las merecidas Gaviotas de Plata y Oro, símbolos del cariño y reconocimiento de los asistentes.