El 14 de febrero, las parejas que acudieron al complejo de cines Xintiandi en Shanghai vivieron una muy desagradable sorpresa. Algo o, mejor dicho, alguien había arruinado sus planes románticos para el Día de los Enamorados.
Se trataba de un joven soltero que, harto de ver tanto amor en la pantalla y en la vida real, ideó una treta para vengarse. ¿Su brillante idea? Comprar de manera estratégica la mitad de las localidades para ese día. ¿Su objetivo? Impedir que las parejas disfrutaran sentaditas y pegaditas. ¿que te parece esta
¡Y vaya si lo consiguió! Gracias a su ocurrente plan de reservar únicamente asientos impares, dejó butacas de por medio vacías. Esto provocó las quejas e indignación de los enamorados que fueron llegando al cine. ¡Ni besos ni caricias durante la película! Algunos incluso tuvieron que sentarse separados para no fastidiar al resto de espectadores.
Su travesura se viralizó rápidamente y desató todo tipo de comentarios. Algunos solteros frustrados lo aplaudían por vengar lo que ellos padecían cada 14 de febrero. Otros, en cambio, lo tacharon de aguafiestas por estropear la magia del día.
Ante tal lío, la lección es clara: con este soltero despechado mejor no hacer planes amorosos. Solo cabe resignarse o posponer la cita para cuando se le pase la fecha. ¡Pobre Cupido chino!
