Si en tus redes sociales los moños rosa no han parado de aparecer, es porque esta tendencia que celebra lo femenino ya es un boom entre las fashionistas. Pero, ¿cómo definir a la perfección este estilo tan dulce?
Antes que nada, es importante aclarar que lo coquette no se trata solo de moños, aunque estos son su sello indiscutible. Un equipo imprescindible son las faldas voluminosas de tul o tulles, preferiblemente en capas. Los encajes y transparencias también encuentran aquí su hábitat natural.
El color por excelencia es el rosa palo, pero también hay lugar para otras tonalidades pastel. Y para completar, los detalles en perlas y pedrería le aportan un toque glamoroso muy femenino.
Para el calzado, reina la sandalia plana o algún mocasín bordado. Mientras que en las uñas, los diseños de fantasía o los moñitos son ideales.
¡Pero no podemos olvidarnos del peinado y maquillaje! Una melena ondulada con moños o flores complementa a la perfección. En cuanto al make up, apuesta por sombras rosadas, rubor en la punta de la nariz y gloss transparente.
El estilo Coquette tiene raíces históricas. La moda Coquette que hoy es furor no es nada nueva. Ya en el siglo XVII la reina Enriqueta María presumía sus lazos coralinos coquetos. Pero fue en la época Victoriana cuando alcanzó su apogeo, plasmada en cuadros donde las damas lucían sus mejores vestidos con grandes moños. Lejos de ser una tendencia pasajera, lo Coquette solo hizo una pausa para regresar ahora con más romanticismo y alegría que nunca. ¡Su encanto atemporal conquista generación tras generación!
¡Advertencia! Es de gran importancia aclara que la tendencia no debe ser confundida con Balletcore, Cottagecore, ni Princesscore.
¿Te atreves a recrear looks de princesa moderna? Con este estilo dulce e inspirador, seguro que quedarás encantadora.