«The Entire History of You» es reconocida como uno de los episodios más destacados de Black Mirror por su reflexión profunda sobre un futuro cercano donde los recuerdos ya no son limitados, gracias a un implante que registra todo lo que una persona ve y oye. Este episodio, que cierra la excelente primera temporada de la serie, sigue a Liam (interpretado por Toby Kebbell) y Ffion Foxwell (interpretada por Jodie Whittaker), una pareja aparentemente feliz que acaba de dar la bienvenida a su hija Jody.
En este mundo especulativo, la tecnología revolucionaria conocida como «grain» ha transformado la vida cotidiana al permitir la grabación y reproducción de recuerdos. Aunque inicialmente se destacan los beneficios de esta herramienta, como mejorar las habilidades laborales de Liam mediante la revisión de revisiones de rendimiento, la trama toma un giro oscuro cuando la relación de la pareja se ve amenazada durante una cena con amigos de Ffion.
Liam, al volverse sospechoso del comportamiento de Ffion alrededor de Jonas (interpretado por Tom Cullen), se embarca en una búsqueda obsesiva de la verdad sobre su relación. Este deseo comprensible se convierte en el hilo conductor de una narrativa compleja, que se sumerge en un estilo similar al de «Inception», explorando una serie de recuerdos fracturados. Este viaje revela no solo los secretos ocultos de la relación, sino también la oscura verdad sobre la propia naturaleza de Liam.
El episodio, escrito por Jesse Armstrong (futuro creador de Succession), se destaca por su enfoque más sutil en comparación con los episodios anteriores de la temporada. Aunque aborda temas clásicos como el miedo a la infidelidad, lo hace desde una perspectiva fresca, adaptándolo a la era digital y proporcionando advertencias pertinentes a la audiencia sobre los peligros del mal uso de la tecnología.
Un hecho curioso es que «»The Entire History of You»» es el único episodio de Black Mirror que no fue escrito por Charlie Brooker, sino por Armstrong. Esto marcó el inicio de una adaptación planeada a Hollywood, con Robert Downey Jr. como productor. Sin embargo, este proyecto nunca se materializó, dejando a los fanáticos con la intriga de lo que podría haber sido. A pesar de ello, el episodio sigue siendo un hito en la historia de Black Mirror, dejando una impresión duradera en la cultura popular y sirviendo como modelo para futuros episodios al enfocarse en la interacción humana con la tecnología en lugar de la tecnología en sí misma.