David Beckham, una de las personas más reconocibles del mundo, tiene una historia muy trillada: Excapitán de la selección inglesa de fútbol, casado con una Spice Girl y ahora propietario del Inter de Miami, club de la Major League Soccer.
La “marca Beckham” arrasó en todo el mundo en las décadas de 1990 y 2000, impulsando a David y Victoria Beckham a un estrellato internacional reservado a quienes trascienden los límites de sus carreras como famosos y se convierten en iconos de la cultura pop de su época.
Parece imposible seguir descubriendo más cosas sobre Beckham, pero hay varias revelaciones en el documental homónimo de Netflix estrenado el miércoles, dirigido por la estrella de “Succession” Fisher Stevens, quien esboza un retrato complejo de la estrella del fútbol.
A Victoria Beckham “no le gusta el fútbol”
Aunque ya eran famosos por separado, el matrimonio entre “Posh y Becks” catapultó a ambos a otra esfera de la celebridad, uniendo los mundos del fútbol, la cultura pop, la música y, más tarde, la moda.
Pero resulta que a Victoria Beckham “no le gusta el fútbol” y nunca le gustará, dice en el documental, a pesar de haberse casado con una de las figuras más reconocidas de este deporte.
Ambos recuerdan su primer encuentro y los primeros días de su incipiente relación, encontrándose en estacionamientos y besándose en coches en un intento de mantenerlo en secreto. “Es menos sórdido de lo que parece”, bromea Victoria.
Victoria le dio su número a su futuro marido escrito en un pasaje de avión después de asistir a un partido del Manchester United con su compañera Spice Girl, Mel C.
Las acusaciones de infidelidad
Pero la imagen de un matrimonio feliz se resquebrajó en abril de 2004, cuando el desaparecido periódico británico News of the World publicó acusaciones de que Beckham había tenido una aventura tras su fichaje por el Real Madrid.
Aunque la pareja no aborda directamente el contenido de las acusaciones en el documental, cada uno habla del impacto que tuvieron en su matrimonio, así como la cobertura mediática.
“Sinceramente, no sé cómo lo superamos”, dice Beckham entrecortadamente en el documental. “Victoria lo es todo para mí. Verla herida fue increíblemente difícil… valía la pena luchar por lo que teníamos”.
Por su parte, Victoria dice que “fue el periodo más duro” de su matrimonio porque “sentía que el mundo estaba contra nosotros… y nosotros el uno contra el otro”.
La depresión de Beckham
A pesar de todos los momentos mágicos que Beckham disfrutó en el campo de fútbol, hubo un incidente que amenazó con ensombrecer su carrera: Cuando recibió una tarjeta roja por ponerle el pie a Diego Simeone durante el partido de octavos de final de Inglaterra contra Argentina en el Mundial de 1998.
Inglaterra perdió el partido en la tanda de penales y quedó eliminada del Mundial, lo que desató una oleada de insultos contra Beckham.
Fue “acoso público a otro nivel”, dijo Victoria, afirmando que dejó a su marido “clínicamente deprimido” y “roto”.
David Gardner, amigo y socio de Beckham, dijo que recuerda a gente escupiendo y abalanzándose sobre el futbolista en la calle o golpeando las ventanillas de sus coches en los semáforos.
El abuso, dijo Beckham, lo dejó sintiéndose “muy vulnerable y solo” durante ese tiempo, pero que le “resulta difícil hablar de lo que pasé porque fue tan extremo… todo el país me odiaba”. Añadió que, 25 años después, todavía se lamenta por la tarjeta roja.
Se dedica a la apicultura
Tras retirarse del fútbol, Beckham se ha convertido en copropietario del Inter de Miami y ha encontrado otras formas de ocupar su tiempo, como la apicultura y la cocina.
La serie comienza con él practicando la apicultura, recolectando miel de una colmena de abejas que fluye en un viejo tarro de mermelada.
Beckham bromea diciendo que debería llamarse “Abejas de oro”, en aparente alusión a su antiguo apodo “Golden Balls”, mientras que su mujer, dice con una sonrisa irónica, que piensa que debería llamarse “DB Sticky Stuff”.
Lego es otra de sus aficiones, según cuenta al director del documental, Fisher Stevens.
Cerrando el círculo, el documental en cuatro partes termina con él cocinando con su familia en una terraza acristalada, un lugar en el que “trastea” los sábados, pasando el día asando a la parrilla mientras ve el fútbol en su iPad.
La sesión de fotos
En ocasiones, los compromisos profesionales afectaron momentos importantes de la vida familiar de Beckham. Un ejemplo es cuando tuvo que comunicarle a su mujer que el nacimiento de su tercer hijo, Cruz, coincidiría con su sesión de fotos con los iconos del pop Beyoncé y Jennifer Lopez.
“Yo estaba como… en serio, estoy a punto de reventar. Estoy en reposo. ¿Estás bromeando?”, dice Victoria 18 años después en el documental. “Tienes una maldita sesión de fotos con Jennifer Lopez, que es guapísima y no está a punto de tener un bebé. Así que me hicieron la cesárea y recuerdo estar allí tumbada, no me siento en mi mejor momento, digamos”.
En las portadas de los periódicos, recuerda Victoria, había una foto de Beckham de pie entre Beyoncé y Lopez con el titular “¿Qué diría Posh?”.
“Déjame decirte lo que diría Posh”, dice en el documental. “Posh estaba furiosa”.