A medida que la industria del entretenimiento se ha transformado con la llegada de la transmisión en streaming, los residuales han emergido como un tema central en las negociaciones laborales. Los residuales son pagos que los artistas reciben cada vez que su trabajo se vuelve a utilizar, ya sea en el mismo medio o en uno nuevo. A lo largo de la historia, los residuales han sido esenciales para mantener a flote a los artistas en una industria caracterizada por sus altibajos.
En el pasado, los residuales se calculaban en función de «reproducciones» o «runs», lo que significaba que cada vez que un programa se emitía nuevamente, los artistas recibían un pago. Sin embargo, con la transmisión en streaming, esta fórmula ha perdido relevancia, ya que los programas se mantienen en las plataformas de transmisión de manera indefinida, eliminando la escasez que antes generaba grandes ingresos por residuales.
El sindicato de directores propuso una nueva fórmula basada en el número de suscriptores para las plataformas de transmisión, que se aceptó en 2017 y 2020. Sin embargo, con la creciente dominación de la transmisión en streaming, los escritores y actores consideran que esta fórmula ya no es justa y buscan una fórmula que refleje el éxito de los programas y las vistas en línea.
El WGA propone que los residuales se basen en el número de «vistas», donde una «vista» significa que alguien vio al menos el 50% de un programa. Argumentan que esto es una continuación de la larga historia de compartir el éxito en residuales y que reflejaría mejor el valor real de un programa en la era digital.
SAG-AFTRA, por otro lado, busca el 2% de los ingresos de la transmisión en streaming atribuidos a cada programa según Parrot Analytics, una firma de datos independiente. Esto cubriría tanto programas hechos específicamente para la transmisión en streaming como aquellos con licencia para transmitirse en estas plataformas desde otras.
Las plataformas de transmisión han argumentado que estas propuestas sindicales no tienen sentido, ya que más vistas no siempre se traducen en mayores ingresos. Además, han señalado que las metodologías de medición de audiencia, como las menciones en redes sociales y las descargas ilegales utilizadas por Parrot Analytics, no reflejan adecuadamente los ingresos.
En resumen, los residuales siguen siendo un punto de conflicto en la industria del entretenimiento a medida que se busca una fórmula justa que refleje el éxito en la era de la transmisión en streaming. La evolución tecnológica ha llevado a una reevaluación de cómo se calculan y distribuyen los residuales en un entorno de medios en constante cambio.