Alan Moore, el visionario del cómic más conocido por escribir obras tan veneradas como «Watchmen», «V de Vendetta» y «Batman: The Killing Joke», ha revelado a The Telegraph que ya no acepta cheques de derechos de autor de DC Comics por películas y series de televisión basadas en sus obras. Ha pedido a la empresa que, en su lugar, desvíe esos cheques a Black Lives Matter.
El Telegraph preguntó a Moore si eran ciertas las informaciones que apuntaban a que se quedaba con todo el dinero de las películas y series de televisión y lo repartía entre los guionistas y otros creativos, a lo que el escritor respondió: «Ya no deseo ni siquiera compartirlo con ellos. Con las últimas películas, no creo que hayan mantenido lo que yo creía que eran sus principios originales. Así que pedí que DC Comics enviara todo el dinero de cualquier futura serie de televisión o película a Black Lives Matter».
Alan Moore, el creador de «Watchmen», reitera su desinterés por el dinero y su vida tranquila en Northampton, Inglaterra. Ha sido crítico en el pasado con las adaptaciones de su trabajo y con las películas contemporáneas de superhéroes, a las que una vez llamó una «plaga» para el cine y «también para la cultura en cierta medida». Moore expresó preocupación por la fascinación de los adultos con las películas de superhéroes y lo considera una «infantilización» que puede ser «un precursor del fascismo».
Según Moore, la idea de que los superhéroes son material para adultos fue un malentendido que surgió en la década de 1980, y él siente que contribuyó a ello involuntariamente con obras como «Watchmen». A pesar de su amor por el medio de los cómics, considera que la industria de los cómics y todo lo relacionado con ella se volvieron insoportables.
En su entrevista más reciente con The Telegraph, Moore señala que lo que solía atraerle de los cómics ya no existe, ya que ahora se les llama «novelas gráficas», lo que suena sofisticado y permite cobrar mucho más por ellos. Además, lamenta que los personajes de superhéroes inocentes e imaginativos de las décadas de 1940, 1950 y 1960 se reciclen para una audiencia moderna como si fueran material para adultos.
Alan Moore continúa siendo una figura influyente en el mundo de los cómics y la cultura pop, expresando opiniones y críticas que generan debate y reflexión en la industria del entretenimiento.