Netflix introdujo a los espectadores en el mundo de los sordos a través de la docuserie «Deaf U», que sigue a un grupo de estudiantes de la Universidad Gallaudet de Washington, una universidad privada para sordos y personas con problemas de audición. Nyle DiMarco, productor muy conocido por sus actuaciones en «Dancing with the Stars» y «America’s Next Top Model», llevó sus propias experiencias a la pequeña pantalla a través de la docuserie «Deaf U». Como actor, modelo y activista, combinó su talento con su pasión para crear este programa que pone de relieve el mundo de los sordos.
Superar los retos de la vida estudiantil en Deaf U
A través de «Deaf U», Nyle DiMarco está trabajando para cambiar la representación de la comunidad sorda en los medios de comunicación. La serie de Netflix, que sigue el formato de un programa de telerrealidad, examina las vidas de estudiantes de diversas procedencias mientras afrontan los retos típicos de la vida adolescente al tiempo que se enfrentan a las complejidades añadidas de su discapacidad. El programa pretende explorar cómo afecta esto a sus relaciones, carreras y experiencias en general. Deaf U es una popular serie de Netflix que ha recibido mucha atención y elogios por su visión única y profunda de la comunidad sorda. La popularidad de este programa se ha comparado con la película sobre casinos «The Gambler», que no solo es una película entretenida, sino que también muestra la emoción y el entusiasmo de los juegos de casino, como el apuestas deportivas fútbol bet777.
«Deaf U» ofrece una perspectiva única, ya que evita el tropo común de presentar la sordera o las discapacidades como historias trágicas o inspiradoras. Se trata de un cambio refrescante, ya que los activistas por los derechos de los discapacitados han criticado a menudo este tipo de relatos. «Deaf U» evita el escollo de utilizar a personas con discapacidad como meros recursos argumentales o inspiración para personas sin discapacidad, un fenómeno que la activista por los derechos de los discapacitados Stella Young calificó de «porno de inspiración». En su lugar, el programa ofrece un retrato auténtico de las luchas y complejidades de la vida estudiantil sin basarse en estereotipos ni clichés.
El origen de la idea
DiMarco explicó que la idea de la serie surgió de sus propias experiencias en la Universidad de Gallaudet, donde él y sus compañeros discutían con frecuencia la necesidad de un reality show que retratara con precisión las experiencias únicas de ser estudiante en la escuela. DiMarco también hizo hincapié en la brecha existente entre las comunidades de discapacitados y discapacitados. Contó que un año, cuando él y sus compañeros se fueron de vacaciones de primavera, se les acercaron personas oyentes deseosas de aprender más sobre su cultura y la lengua de signos, pero sólo como forma de entretenimiento y no como interés genuino. «Siempre querían divertirse con nosotros», dijo. DiMarco tomó la decisión deliberada de incluir en la serie tanto a personas sordas con «d mayúscula», que se identifican mucho con la cultura sorda y tienen un fuerte sentido de pertenencia, como a personas sordas con «d minúscula», que están menos inmersas en la cultura sorda.
La serie ha recibido críticas muy diversas
DiMarco subraya que las personas con discapacidad auditiva tienen experiencias diversas y que la gravedad de su discapacidad puede variar. Su objetivo era representar esta diversidad en la pantalla mostrando que la experiencia de la sordera puede ser diferente para cada persona, pero válida. El espectáculo presenta eficazmente un tono desenfadado -los estudiantes hablan de una amplia gama de temas, incluidos el sexo y las cuestiones familiares- mientras sumerge al público en el mundo de la lengua de signos. Resulta difícil representar la cultura sorda a través de un formato de telerrealidad, por lo que la serie ha recibido reacciones encontradas del público. NPR elogió el programa por no recurrir a los estereotipos de la telerrealidad, pero algunos espectadores se mostraron críticos.