Daniel Sancho, de 29 años e hijo del actor Rodolfo Sancho, se encuentra detenido en Tailandia después de confesar que asesinó y descuartizó a Edwin Arrieta, de 44 años, un conocido cirujano plástico de origen colombiano. “Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula”, expresó el acusado tras confesar el crimen.
“Cada vez que intentaba alejarme de él, me amenazaba. Estaba obsesionado conmigo. Me engañó (…) me hizo creer que quería hacer negocios conmigo. Era todo mentira. Lo único que quería de mí, que fuera su novio”, añadió el joven en su testimonio ante las autoridades tailandesas.
El primogénito del mítico actor, que se encuentra detenido en la sila de Koh Pra Ngan, está bajo vigilancia policial ante “el temor a que recurra al suicidio”, tal y como recogen desde ‘Bangkok Post’. Este lunes pasará a disposición judicial. Varios medios de comunicación apuntan a que Daniel Sancho y la víctima mantenían una relación sentimental desde hace poco más de un año, un dato que desmienten desde el círculo más cercano al acusado.
Pero, ¿quién era realmente Edwin Arrieta?
Oriundo de la localidad colombiana de Lorica, este médico especializado en cirugía plástica, de 44 años, ejercía su profesión en una prestigiosa clínica de su país. En la página web del establecimiento se asegura que ayudaba a “pacientes generalmente sanos, pero que no se sienten a gusto con algún aspecto de su apariencia física”.
No obstante, también tenía en mente emprender otros proyectos lejos de la medicina. Y es que Edwin Arrieta y Daniel Sancho planeaban un iniciar un nuevo negocio juntos, según apunta ‘El Mundo’.
La víctima había llegado a Tailandia el pasado 31 de julio para pasar unos días de desconexión con el hijo de Rodolfo Sancho. Los familiares del colombiano han emitido un comunicado en el que explican que no concederán ningún tipo de declaración “para no entorpecer la investigación”.
Carlos Ordosgoita, alcalde de Lorica, también ha mostrado su consternación por lo ocurrido. “Nos duele en el alma la partida de Edwin. Gran ser humano, amigo y excelente profesional”, dice.