Pasan las horas y el sumergible turístico cuyo contacto se perdió el domingo durante una inmersión para ver los restos del Titanic sigue sin aparecer. En las últimas horas, la Guardia Costera ha informado de que se han detectado «sonidos submarinos» en intervalos de 30 minutos en la zona de búsqueda.
A la espera de más información, lo que sí se conoce es la identidad de los cinco pasajeros a bordo del sumergible.
Hamish Harding
De niño, Hamish Harding se entretenía leyendo el Libro Guinness de los récords, soñando con figurar algún día en él por méritos propios… «Pero no quería que fuera por algo aburrido o estúpido como el récord de las pelotas devueltas una partida de ping-pong o algo similar».
El millonario británico de 58 años, propietario de una empresa de aviación en Dubai, había entrado de hecho ya tres veces en el Guinness antes de subirse a la «Misión 5» rumbo a los restos del Titanic, informa Carlos Fresneda desde Londres.
En 2021 batió el récord a bordo de un sumergible con una travesía de cuatro horas y 15 minutos de la fosa Mariana. Tiempo antes completó un récord de tres millas recorridas en la máxima profundidad marina.
Su entrada en el Guinness se produjo dos años antes, en el 2019: el viaje más rápido entre el Polo Norte y el Polo Sur a bordo de un Gulfstream 650ER. En 2016 había puesto ya por primera vez el pie en el polo sur en compañía de su gran amigo, el astronauta Buzz Aldrin.
El año pasado, el aventurero londinense, apasionado de las profundidades y de las alturas, fue uno de los seis tripulantes del quinto vuelo en órbita del Blue Origin. «La gente suele renunciar a sus sueños cuando se hace mayor, pero yo siempre he encontrado la manera de fijarme un objetivo poco usual y hacerlo posible», declaró entonces.
Su querencia por el riesgo le hizo vivir más de una experiencia límite, como la vivida en la fosa Mariana en el 2021 cuando el sumergible Challenger Deep sufrió daños severos en plena inmersión. «El submarino era muy seguro y teníamos oxígeno y provisiones para cuatro días». «El problema era que ningún sumergible era capaz de poder bajar a esa profundidad», advirtió entonces. «Siempre corrías el riesgo de que si algo iba mal, no había vuelta posible porque nadie podía rescatarte».
Harding publicó el sábado un mensaje en su página de Facebook en el que decía: «Debido al peor invierno en Terranova en 40 años, es probable que esta misión sea la primera y única misión tripulada al Titanic en 2023«. Y añadió «La ventana del buen tiempo se acaba de abrir. Más novedades de la expedición seguirán a este mensaje, si el tiempo lo permite…».
Después, el hijastro de Harding escribió en Facebook que el millonario había «desaparecido en submarino» y pidió «oraciones». Sin embargo, poco después retiró el mensaje alegando respeto a la intimidad de la familia.
Paul-Henri Nargeolet
Ha pasado toda su vida vinculado al mar, explorándolo. Cuando era niño ya seguía a los buceadores y los observaba desde una barca. Después hizo carrera en la Marina. Se ha sumergido en las profundidades del mar para buscar cajas negras de un avión estrellado y ha recuperado objetos de barcos hundidos. Un día dejó su trabajo para pilotar un submarino, el Nautile, para poder ver bajo el mar la proa del más famoso de todos: el Titanic.
A sus 76 años, Paul-Henri Nargeolet es uno de los mayores expertos del Titanic y tiene uno de los récord de descensos al emblemático barco: más de una treintena, informa Raquel Villaécija desde París. Ex oficial de la Marina y director del programa de investigación submarina del Titanic , este francés es otro de los pasajeros a bordo del Titan, cuyo objetivo era ver los restos del barco hundido en 1912, a 3.800 metros de profundidad.
En cada incursión a las profundidades del trasatlántico rescató objetos que forman parte de la memoria de aquella tragedia en la que murieron 1.500 personas: recuperó al menos 5.000. Director de exploraciones de la compañía RMS Titanic, Nargeolet reside en Estados Unidos desde hace décadas, aceptó trabajar para la empresa OceanGate para seguir explorando bajo el agua pero esta vez de otra manera, acompañando a turistas ricos en este viaje.
Este experto decidió embarcarse en esta nueva aventura, aunque no estaba muy convencido de ello. Según revela el periódico francés Le Figaro, él mismo había dicho a sus familiares que no tenía mucha confianza en este nuevo submarino, pero que pensaba ir de todos modos «por la belleza de la expedición».
«Estaba un poco escéptico con esta nueva tecnología, pero también intrigado por la idea de pilotar algo nuevo, como si fuera un piloto de pruebas», ha declarado a este medio Michel L’ Hour, ex director del departamento de arqueología subacuática y subacuática en Marsella.
Apasionado del mar, incluso participó en la búsqueda de las cajas negras del vuelo Río-París, desaparecidas frente a las costas de Brasil tras estrellarse el aparato en 2010. El citado compañero cuenta que Nargeolet estuvo siempre muy vinculado al barco, incluso permaneció en contacto con familiares de los supervivientes del naufragio.
Shahzada and Suleman Dawood
En el submarino también viajaban el empresario británico de origen paquistaní Shahzada Dawood, de 48 años, y su hijo Suleman, de 19, según informó su familia en un comunicado. Dawood, vicepresidente del conglomerado Engro con sede en Karachi, vive con su familia en el Reino Unido y patrocina el Instituto SETI, cuya misión es explorar y entender el origen del universo.
«En este momento, se ha perdido el contacto con el sumergible y hay poca información disponible», explica la familia en su escrito. «Agradecemos las preocupaciones expresadas por nuestros colegas y amigos y pedimos a todos que recen por su seguridad», añadió.
Engro tiene inversiones en varios sectores: energía, agricultura, petroquímica y telecomunicaciones. El padre de Shahzada, Hussain Dawood, es citado regularmente por la prensa paquistaní como uno de los hombres más ricos del país.
Stockton Rush
Stockton Rush, de 61 años, es el director ejecutivo de OceanGate, la empresa que gestiona los viajes del Titanic, y la compañía confirmó que está a bordo, informa la BBC.
Se trata de un ingeniero experimentado que ha diseñado anteriormente un avión experimental y ha trabajado en otras pequeñas embarcaciones sumergibles.
Rush fundó la empresa en 2009, ofreciendo a sus clientes la oportunidad de experimentar viajes en alta mar, y saltó a los titulares de todo el mundo en 2021 cuando comenzó a ofrecer viajes al lugar donde se hallaban los restos del Titanic.
Por 250.000 dólares (195.600 libras), su empresa ofrece a los pasajeros la oportunidad de ver de cerca lo que queda del famoso barco.
Los participantes viajan unas 370 millas (595 km) en un barco más grande hasta la zona por encima del lugar del naufragio, y luego hacen una inmersión de ocho horas hasta el Titanic en un sumergible del tamaño de un camión conocido como Titan.
En declaraciones al New York Times en 2022, defendió el modelo de negocio y dijo que el precio del billete era una «fracción del coste de ir al espacio y es muy caro para nosotros conseguir estas naves y salir ahí fuera».
Un reportaje de 2017 escrito para el sitio web de la Universidad de Princeton, donde estudió, informaba de que Rush iba a todas las inmersiones de OceanGate.