En ocasiones, las críticas cinematográficas pueden señalar aspectos problemáticos de una película, y uno de los elementos clave para el éxito de una producción es el desempeño de sus actores. En este sentido, el portal Screen Rant, a través de la periodista Molly Freeman, ha analizado recientemente la película «The Flash», dirigida por Andy Muschietti. En su artículo, Freeman enfatiza que los comportamientos erráticos del actor Ezra Miller, quien interpreta al protagonista de la película, sobrepasan los objetivos que la cinta de DC Comics busca alcanzar. A pesar de los esfuerzos por reinventarse como una de las películas más esperadas del año, no logra ocultar los errores cometidos por su protagonista.
Con información de Screen Rant
Es imposible no hablar de la película de The Flash sin hablar de Ezra Miller. El actor interpreta no solo a una versión de Barry Allen en The Flash, sino a dos, compartiendo pantalla más consigo mismo que con cualquiera de sus coprotagonistas.
Sin embargo, en los últimos años, la atención se ha centrado en las actividades de Miller fuera de la pantalla, desde que el actor agredió físicamente a una mujer en 2020 hasta que se enfrentó a cargos por robo y fue acusado de grooming en 2022. El actor emitió una disculpa en agosto de 2022 y ha mantenido un perfil bajo desde entonces, no participando en la prensa previa a The Flash, dejando gran parte de la promoción al director Andy Muschietti (IT) mientras atienden a su salud mental.
Debido a las acciones de Miller, hay quienes han decidido no ver The Flash. Esta crítica no intentará hacerles cambiar de opinión, ya que todo el mundo tiene derecho a tomar sus propias decisiones sobre lo que considera un consumo ético de los medios de comunicación. Miller está intrínsecamente ligado a la película The Flash y, para muchos, el contexto del mundo real de sus acciones afectará a la forma de ver la película; afectó a la forma en que yo vi la película.
Era imposible olvidar las acusaciones de poner en peligro a niños cuando el Barry Allen de Miller salva a un grupo de bebés en pantalla, o los informes sobre sus arrebatos violentos cuando Barry tiene su propio arrebato de ira. Estos paralelismos fueron sin duda un accidente, pero tiñen cualquier visionado de The Flash. Era imposible no pensar en las víctimas de Miller mientras se veía la película. The Flash es una película de superhéroes del multiverso pasable, pero ningún cameo de DC puede hacer que el público olvide las horribles acciones de Miller fuera de la pantalla.
The Flash se basa libremente en la trama Flashpoint de DC Comics, en la que Barry Allen (Miller) viaja al pasado para evitar la muerte de su madre, Nora (Maribel Verdú), y el arresto injusto de su padre, Henry (Ron Livingston). Sin embargo, Barry acaba no sólo cambiando el presente, sino también el pasado, y se encuentra en un universo alternativo en el que Bruce Wayne (Michael Keaton) tiene un aspecto algo diferente del Batman que conoce (Ben Affleck). Junto con su yo del universo alternativo, Barry intenta salvar la línea temporal en la que su madre sobrevive del General Zod (Michael Shannon) con la ayuda de Supergirl (Sasha Calle).
Muschietti dirige The Flash a partir de un guión de Christina Hodson (Birds of Prey) y una historia de John Francis Daley y Jonathan Goldstein (Spider-Man: Homecoming) y Joby Harold (Transformers: Rise of the Beasts). La película intenta dar un nuevo giro a Flashpoint, que ya ha sido adaptado antes en acción real con la serie de televisión The Flash y en animación a través de la película de 2013 Justice League: La paradoja de Flashpoint. Desgraciadamente, no es ni el estudio de personajes bien desarrollado de The Flash de The CW, ni la adaptación violenta, madura y más fiel a los cómics de la película de animación. La película de The Flash es, en cambio, la adaptación más débil de Flashpoint, con un guión que se centra en todas las cosas equivocadas y un argumento vertiginoso que no permite un gran desarrollo de los personajes.
The Flash pretende ser la historia de Barry, pero no ofrece un argumento convincente para preocuparse realmente por él. Es grosero, torpe y antipático, lo que empeora el hecho de que la película apueste claramente por el encanto y el carisma de Miller para atraer al público, algo que no funciona si se tiene algún conocimiento de sus acciones fuera de la pantalla. En su lugar, The Flash intenta hacer a Barry simpático a través de sus relaciones con los demás, sobre todo con Iris West (Kiersey Clemons). Los únicos rasgos de Iris giran en torno a Barry; ella existe enteramente como un objeto para ser codiciado por él y, en ocasiones, como una fuerza para impulsar la historia. Del mismo modo, Nora es una madre arquetípica, que apoya y ama incondicionalmente a su hijo. Hay, al menos, destellos de personalidad en el personaje gracias a Verdú, pero podría decirse que sólo se incluyen por razones argumentales o para crear llamadas emocionales más adelante. Aunque la relación de Barry con Nora es el núcleo emocional de Flashpoint, The Flash no le da suficiente enfoque o tiempo para que sea algo más que una dinámica madre-hijo unidimensional.
En cuanto a los demás miembros del reparto, es un placer volver a ver a Keaton encarnando a Bruce Wayne. También tiene la tarea de explicar el multiverso a las dos versiones de Barry, lo que consigue admirablemente, pero son las escenas de lucha las que realmente elevan su regreso como Batman. Son nítidas y frescas, a la vez que nostálgicas, y están mucho más fundamentadas que la acción de goma CGI mostrada tanto por The Flash como por Supergirl. Calle se defiende como Kara Zor-El, aunque no tiene mucho con lo que trabajar. Su escena de lucha con Zod es una de las más brutales de la película. Pero The Flash es la película de Miller y en el corazón de la misma está la relación de Barry Allen con su otro yo, que sería una línea central fuerte si no estuviera a medio cocinar, y si no se resolviera tan rápidamente en el tercer acto. El tercer acto es apresurado, como si los realizadores se hubieran dado cuenta demasiado tarde de que habían dedicado demasiado tiempo a los dos primeros actos y tuvieran que cerrar las cosas rápidamente. Así que The Flash no termina con una nota muy fuerte.