Durante toda la temporada, los creadores de Ted Lasso se han mostrado algo reservados sobre si el final de su arco argumental de tres temporadas marcaría el final de la serie. Jason Sudeikis, Bill Lawrence y otros han dicho en múltiples ocasiones que esta temporada marcaría el final de lo que se habían propuesto hacer, aunque nunca han afirmado que cerrara definitivamente la serie.
Con información de The Hollywood Reporter
La última entrega de la tercera temporada, «So Long, Farewell», no jugó con eso. El episodio se sintió como un final de serie, con llamadas al pasado y flashforwards al futuro de varios personajes clave (imaginados o no; más sobre esto en unos párrafos). El hecho de que Ted Lasso sea la serie más importante de Apple TV+ hasta la fecha podría significar que el streamer y Warner Bros. TV, que produce la serie, podrían encontrar la manera de hacer una secuela o un spinoff con algunos (o la mayoría) de los personajes de AFC Richmond. Un par de esas escenas de flashforward podrían ser fácilmente la base de una continuación, pero Ted Lasso (Sudeikis) ha dejado atrás Richmond.
(También destacable: El diseñador de producción de la serie, Paul Cripps, publicó el martes varias fotos en Instagram de los decorados de Ted Lasso siendo desmontados, y Hannah Waddingham se refirió a «nuestro último día como galgos de Richmond» en Twitter con una foto de ella y varios de sus coprotagonistas, incluidos Sudeikis y Brendan Hunt, uniéndose a un piquete del Gremio de Escritores en Los Ángeles).
«So Long, Farewell», escrito por los productores ejecutivos Hunt, Joe Kelly y Sudeikis -que desarrollaron el personaje hace una década para una campaña publicitaria de NBC Sports- no juega (mucho) con la idea de que Ted está cumpliendo su promesa, insinuada pero no pronunciada, de volver a Kansas en el episodio anterior. Sin embargo, la primera escena es un volantazo, ya que Ted saluda a Rebecca (Waddingham) en su cocina una mañana, como si fuera una mañana después – entonces Beard (Hunt, en tanga) y Jane (Phoebe Walsh) aparecen, y Ted les da las gracias por dejarles quedarse en su casa después de una fuga de gas en su vecindario.
Pero en todo momento, Ted se mantiene firme en su decisión de abandonar Richmond y volver con su hijo, Henry (Gus Turner), y su ex mujer, Michelle (Andrea Anders), y formar parte de sus vidas de nuevo. Rebecca intenta disuadirle, haciendo apelaciones tanto personales como económicas: Señala que si vende el 49 por ciento del equipo, ganará mucho dinero y, a su vez, podrá convertir a Ted en uno de los entrenadores mejor pagados de la liga.
Y sí, Rebecca está pensando en vender el equipo: La inminente marcha de Ted le ha hecho plantearse grandes movimientos. Higgins (Jeremy Swift) señala que, dado que el Richmond se ha asegurado una plaza en la Liga de Campeones al quedar entre los cuatro primeros de la Premier League, el valor del club nunca ha sido tan alto, y ella podría obtener un beneficio enorme y mantener el control del club vendiendo algo menos de la mitad. «¿Cuánto sacaría si vendiera todo el club?», pregunta. Alrededor de 2.000 millones de libras», responde él, haciendo que ella escupa el té.
Después de que el equipo interpreta «So Long, Farewell» de sonrisas y lágrimas en el último entrenamiento de Ted y Beard, todos parecen preparados para ganar el último partido de la temporada. Hasta que Beard les pone un video recopilatorio de su tiempo juntos, que hace que todo el mundo empiece el partido lloriqueando y fuera de sí. Richmond pierde 2-0 en el descanso ante el West Ham, el antiguo equipo de Nate (Nick Mohammed), ahora dirigido por el ex entrenador de Richmond George Cartrick (Bill Fellows).
Ted pronuncia un último discurso en el descanso: «Quiero que todos sepan que ha sido un honor ser su entrenador. Trabajar con ustedes los últimos tres años ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Me ha encantado conoceros a todos y cada uno de ustedes, aprender sobre los hombres que fueron y tener un asiento en primera fila para ver los hombres en los que os están convirtiendo. Y gracias por su paciencia: cuando llegué aquí no sabía nada de fútbol. Ahora, sé al menos una cosa sobre fútbol. Estoy muy orgulloso de formar parte de este equipo. Los quiero, chicos. Los echaré de menos».