El diseñador venezolano Giovanni Scutaro lanzó su colección “Felicità” el miércoles 24 de mayo, en “La Quinta Esmeralda” en Caracas, su nueva colección primavera-verano, con la que llenó de luz y color la pasarela y emocionó a un público rendido al trabajo del reconocido mago de la moda, que no deja de cosechar éxitos temporada tras temporada.
Es que Scutaro no defrauda. Después de los rojos y negros con los que sorprendió en su última colección otoño-invierno, inspirada en la ciudad española de Sevilla y bautizada como “Amor, Pasión y Olé”, el diseñador llevó al entregado público a un viaje figurado por el sur de Italia con “Felicità”, recordando y mostrando así sus raíces paternas, y rindiendo homenaje a su progenitor, fallecido hace 10 años.
La velada arrancó con una presentación, conformada por unas 60 prendas de la línea sport «Scutaro by Luis Jiménez» para hombre, que dio paso a la colección de alta costura de dama y caballero, con unas 90 piezas.
La propuesta del modisto para esta temporada está cargada de colores llamativos y atrevidos, tanto para hombre como para mujer, sin dejar de lado la elegancia y pulcritud que lo caracterizan a la hora de diseñar y de elegir las telas con las que trabaja, ya sean lisas o con grandes estampados, como las que mostró en esta ocasión.
Con música puramente italiana, entre la que no podía faltar la mítica Raffaela Carrá, desfilaron trajes confeccionados con tejidos fluidos, alternados con otros más regios, con opciones para distintos tipos de mujer y para ocasiones dispares.
Desde abullonados, volantes, colas, largos extremos o grandes escotes, hasta espaldas al aire, capas, cortos o midis. De todo y para todos los gustos se ha podido contemplar en la «Felicità» del modisto, pero siempre con la identidad y el inconfundible sello Scutaro.
Una vez más, logró que su presentación se convirtiera en un espectáculo de altura, estudiando cada detalle y sin dejar nada al azar.
Con el público vestido de negro, como exigía protocolo, los rojos, anaranjados, fucsias, amarillos o los distintos tonos de azul y verde, entre otros, que se pasearon por la tarima brillaron y destacaron en medio de una oscuridad medida al milímetro.
El fin de fiesta lo puso, como es costumbre, la novia, con un traje que levantó una gran ovación y cuya principal característica es una voluminosa falda que ocupó casi la totalidad del ancho de la pasarela.