Es 27 de abril, un día antes del primero de los dos conciertos de Rauw Alejandro en el Forum de Los Ángeles, con todas las entradas agotadas. Su equipo se está preparando para llevar un sonido envolvente de última generación al mítico recinto, donde Alejandro cantará y bailará durante casi tres horas en un escenario de 360 grados, como sólo han hecho dos veces en la gira «Saturno World Tour», en Miami y Nueva York.
Montar un concierto de 360 grados no sólo es complicado y costoso, sino que supone un enorme esfuerzo físico para el artista, que debe proyectarse en todas las direcciones en lugar de en una sola. En la hora previa al espectáculo, Alejandro, cubierto de vendas, salta de una máquina de ejercicios a una mesa de masajes donde un equipo de fisioterapeutas trabaja en la parte inferior de su cuerpo. En la semana siguiente, las órdenes del médico le obligan a posponer un concierto en Palm Springs debido a la lesión, a pesar de sus constantes esfuerzos por seguir adelante.
«Cuando estás expuesto en un escenario de 360 grados, no puedes estar en un lado más que en otro en ningún momento del espectáculo», explica Alejandro a Variety. «Hay una fórmula para la coreografía y una ciencia detrás de saber ‘he estado aquí por un tiempo, necesito cambiarlo – dar el mismo nivel de energía, por igual a cada persona en cada lado de ese escenario’. Es más difícil que cantar en un escenario tradicional de frente. Después de esto, probablemente no vuelva a hacerlo».
No es difícil entender por qué se abandona el escenario 360 para el resto de la gira, en la que Alejandro (nombre real: Raúl Alejandro Ocasio Ruiz) llevará «Saturno» a estadios de México, Europa, Latinoamérica y Sudamérica. (Aún no se han anunciado oficialmente las fechas para Latinoamérica y Sudamérica).
En su lugar, esos fans podrán disfrutar de su álbum: Alejandro dice que un «spinoff» de «Saturno» está casi terminado y será lanzado a finales de este verano. «No es una precuela», aclara, luchando por encontrar el término adecuado en inglés o español. «Es como cuando estás viendo una película y hay otro argumento que sucede mientras la película transcurre en paralelo: tengo un álbum así de «Saturno»».
Alejandro no confirmó que el disco esté terminado, ya que «siempre está añadiendo, quitando y cambiando» su trabajo incluso en los días previos a un lanzamiento, pero «es un gran proyecto. Me gusta hacer cosas grandes», afirma. «Todo está relacionado con ‘Saturno’ porque estoy de gira con ese álbum hasta finales de año, así que probablemente mezclemos algunas de esas canciones en el setlist».
La gira «Saturno World Tour» ha evolucionado a lo largo de su duración, desde cambios en el sonido y la iluminación hasta la disposición de las canciones, y todos los cambios requieren la aprobación de Alejandro. Sus indicaciones son meticulosas, pero todas comparten la misma intención: «Debe parecer una fiesta gigante».
La estética de «Saturno», de 18 canciones, fue concebida por Alejandro mucho antes de que se grabara la música del álbum. Alejandro elaboró las canciones con un plano cósmico en la mano, utilizando una ecléctica caja de herramientas de sonidos que van desde los sintetizadores pesados y los redoblantes para producir un mosaico caleidoscópico de electrónica, hip-hop y reggaetón inspirado en el brillante Miami bass de los años 80 y 90.
La producción del concierto cuenta con animaciones galácticas y un vestuario personalizado de temática espacial diseñado por Acne Studios que Alejandro luce en el escenario. Fuera del Kia Forum, los asistentes al concierto son el reflejo de Alejandro: llegan vestidos de azules y plateados metálicos asimétricos mientras el bajo palpitante de «Saturno» resuena en los altavoces de sus coches. En Internet, circulan con regularidad «ideas de atuendos para el concierto de Saturno» que se inspiran en lo que Alejandro lleva en el escenario: desde una gabardina larga y reflectante hasta un par de gafas espaciales exageradas.
«Nunca pensé que esto pasaría», dice Alejandro sobre el momento viral de la moda. «Todavía recuerdo ver todos los modelitos del primer concierto y alegrarme mucho. Había visto a fans disfrazarse en el concierto de mi chica», dice refiriéndose a la sísmica gira «Motomami» de su prometida Rosalía. «Nos lo pasamos muy bien viendo cómo la gente se metía en el concierto vestida de moto. Creo que el personaje de ‘Rauleeto’ y el pelo azul y los neones, el ambiente en general… resonó, y ha sido muy guay ver que la gente lo jode mucho.»