Succession, una de las series más exitosas de HBO, llegará a su fin en la cuerta temporada. La serie de drama que comenzó en 2018, logró posicionarse como uno de los mejores proyectos de los últimos años, dándole gran reconocimiento a la plataforma televisiva y a todo en elenco encabezado por Brian Cox, Kieran Culkin y Jeremy Strong. Sin embargo, todo tiene su final y luego de éxitos, premios y elogios por parte de la crítica, ha decidido finalizar.
Y sí, será un final de verdad: Como Variety informó en un artículo de portada con el jefe de HBO Casey Bloys, la cadena no está desarrollando ningún spinoff.
El creador y productor ejecutivo Jesse Armstrong reveló la noticia el jueves en una entrevista con el New Yorker. «Ha sido un poco tortuoso, y me sentí inesperadamente nervioso al hablar con ustedes, porque todo es teórico hasta este punto, y he tratado de mantenerlo teórico por toda una serie de razones», dijo. «Quién sabe las razones psicológicas, pero las creativas eran que me parecía realmente útil no tomar la decisión final, definitiva, durante años. El título de ‘Succession’ es una promesa. Nunca pensé que esto pudiera durar para siempre».
Más adelante en la entrevista, Armstrong dijo que se sentía «en conflicto» sobre el final de la serie. «Me siento triste, y tengo la sensación de que el circo se ha ido de la ciudad que tiene todo el mundo que trabaja en una producción que es buena, y ésta en particular», dijo. Imagino que me sentiré un poco solo, vagando por las calles de Londres y preguntándome: «¿Qué coño he hecho? Probablemente os llame dentro de seis meses preguntando si la gente está preparada para un reinicio».
En la cuarta temporada, que se estrena el 26 de marzo, la venta del conglomerado mediático Waystar Royco al visionario tecnológico Lukas Matsson (Alexander Skarsgård) está cada vez más cerca. La perspectiva de esta venta provoca angustia existencial y división familiar entre los Roys mientras anticipan cómo serán sus vidas una vez que se complete el trato. Se produce una lucha de poder mientras la familia sopesa un futuro en el que su peso cultural y político se ve gravemente reducido.