Los infectados de The Last of Us comparten algunas cualidades similares a los zombis tradicionales, pero en la serie nunca se refieren a ellos con ese término. De hecho, en el juego tampoco se les llama zombis a propósito. Como la serie postapocalíptica ha suscitado una gran expectación, muchos espectadores han tendido a compararla con The Walking Dead. Sin embargo, esta comparación puede ser engañosa, ya que, aunque ambas series tienen elementos comunes, The Last of Us no es una serie de zombis.
The Last of Us se gana su reputación como videojuego centrado en la historia principalmente por su enfoque en sus dos personajes principales, y en realidad es bastante vago y limitado en los aspectos de construcción del mundo. Con los flashbacks de la serie de televisión, los espectadores se han hecho una mejor idea del origen del brote, así como de las historias de fondo de distintos personajes y zonas que muestran mejor el mundo. Sin embargo, muchas de estas historias secundarias tienen un mensaje sobre Joel y Ellie, ya que son el foco principal de la serie. Ya sean los zombis o los infectados, la relación interpersonal entre Joel y Ellie es de lo que trata la serie.
Los infectados de The Last Of Us no son técnicamente zombis
Aunque los infectados pueden compartir algunas de las amenazadoras cualidades de los zombis de The Walking Dead o de otras series de la cultura popular, no es correcto referirse a ellos de ese modo. Puede que quieran devorar a los humanos, pero la diferencia principal es que los infectados no son cadáveres reanimados, ni su intención es comerse a la gente. En cambio, los infectados de The Last of Us son víctimas vivas que han sido contaminadas por el hongo Cordyceps, y su objetivo es propagar la enfermedad, que es lo que los espectadores ven que ocurre en el episodio 2 cuando Tess muere. Para añadir, los Infectados están unidos por una conciencia compartida basada en la zona en la que se encuentran, lo que los hace aún más terroríficos, ya que los Cordyceps presentan una red interconectada que puede reanimar a los infectados a kilómetros de distancia.
Además, algunas partes de las personas aún permanecen cuando se infectan, como la sordera de Sam que permanece. El origen de la infección en The Last of Us es una idea que difiere en la adaptación televisiva, a la que se añade la historia de Yakarta (Indonesia). La serie ofrece un trasfondo científico para la infección, en un esfuerzo por hacerla más realista y realista, añadiendo terror de una manera que los programas de zombis habituales no podrían. El hongo Cordyceps se distribuyó por todo el mundo en alimentos como la harina y el azúcar, en productos comunes como el pan y el arroz, haciendo que su método de infectar a las víctimas pareciera aún más posible y que la caída de la civilización fuera instantánea. La serie incluso intenta arraigar esta causa en la realidad sugiriendo que los hongos mutaron para infectar a los humanos debido al calentamiento global.