You, temporada 4, parte 1, ha recibido críticas por su geografía salvajemente incorrecta. La serie, que es una adaptación de la novela homónima de Caroline Kepnes, sigue a Joe Goldberg (Penn Badgley) mientras acecha a varias mujeres en distintos lugares, como Nueva York, Los Ángeles y el suburbio ficticio de Madre Linda, en el norte de California. La nueva temporada, que estrenó sus cinco primeros episodios el 9 de febrero, sigue a Joe escondido en Londres, con el primer episodio siguiendo su camino a casa desde su nuevo trabajo como profesor de inglés.
Hoy, Netflix Reino Unido e Irlanda ha publicado en su cuenta oficial de Twitter una denuncia contra la escena de la primera parte de la cuarta temporada de You por sus inexactitudes.
¿Por qué el cine y la televisión falsean la geografía todo el tiempo?
Aunque este error es hilarante, You no es ni mucho menos la única película o serie de televisión que presenta una geografía que no se corresponde correctamente con la vida real. Se trata de un problema que ha afectado a todo tipo de películas, desde la gema de bajo presupuesto The Room (La habitación), en la que los personajes parecen teletransportarse por San Francisco, hasta la icónica comedia de situación Seinfeld, en la que los personajes recorren a toda velocidad varios barrios de Nueva York en un tiempo récord.
Al fin y al cabo, la geografía no existe en el cine ni en la televisión como en la vida real. La mayoría de los interiores se ruedan en escenarios sonoros donde las puertas y escaleras exteriores no llevan a ninguna parte o conducen a un gran almacén. Las escenas en las que los personajes van de una habitación a otra pueden tener lugar en edificios completamente distintos.
Los proyectos también están limitados por las localizaciones reales en las que se les permite rodar, tanto por el permiso como por el presupuesto y la capacidad de despejar el espacio y llenarlo de cámaras y extras. Debido a lo complicado que es rodar en un lugar real, incluso programas tan populares como You tienen que amañar lo que muestran en pantalla. Las productoras esperan que los espectadores se dejen llevar demasiado por la historia como para darse cuenta de las incoherencias geográficas.