Kylie Jenner sorprendió al llegar a la pasarela de alta costura de Schiaparelli en París con un sensual vestido de terciopelo negro corte sirena, drapeado y con escote palabra de honor. Sin embargo, el accesorio con el que la empresaria decidió acompañarlo fue una cabeza de león falsa tamaño real.
Las modelos lucieron una serie de conjuntos minimalistas y, al igual que Jenner, fueron adornados con cabezas hiperrealistas de animales salvajes en sus cuerpos. El poema del siglo XIV hace referencia al león, el leopardo y la loba, haciendo referencia a la lujuria, el orgullo y la avaricia respectivamente, razón por la que la casa de moda usó estas máscaras como accesorios en la colección.
Las piezas buscaban reflejar, mediante esta metáfora, la duda y el suplicio que muchos artistas pueden enfrentar en ocasiones, informó Daniel Roseberry, director creativo de la colección.
Las cabezas fueron hechas a mano con resina de espuma y materiales artificiales. La marca aclaró que las piezas son una taxidermia de imitación.
En la pasarela participó Naomi Campbell, quien lució un abrigo negro de piel sintética, mientras que de su hombro izquierdo emergía una cabeza de lobo.
Por su parte, la modelo canadiense Shalom Harlow lució un vestido tubo de leopardo y sin tirante. La cabeza del felino salía de su pecho.
Aunque muchos en redes sociales rechazaron las referencias de animales en el evento, Roseberry aseguró que el terror que las imágenes causaron cumplió su cometido. «Inferno, Purgatorio, Paradiso: Uno no puede existir sin el otro. Es un recordatorio de que no existe el cielo sin el infierno; no existe la alegría sin la tristeza; no existe el éxtasis de la creación sin la tortura de la duda», aseveró al concluir el desfile.