Brendar Fraser, es uno de los mejores actores de su generación y quizás uno de los más exitosos a finales de los noventa principio de los 2000’s; pero lo que empezó como una carrera prodigiosa, se vio afectada por conflictos ajenos a su voluntad. El actor ha afirmado que fue acosado por el expresidente de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood en 2003.
Según su versión, el que fue presidente de la Asociación de la Academia de Prensa Extranjera de Hollywood, Philip Berk, habría abusado de él en un evento. «Me agarró la nalga y con uno de sus dedos me tocó en el perineo. Luego empezó a moverlo y yo entré en pánico. Me sentí como un niño pequeño. Sentía como si tuviera una pelota en la garganta. Pensé que iba a llorar», contó Fraser.
Desde ese momento, la carrera del actor fue en descenso, quizás debido a la polémica denuncia que hizo. La industria lo betó de los grandes proyectos y hasta el sol de hoy no lo habíamos visto en proyectos de gran envergadura. Su papel en la nueva película de Darren Aronofsky le ha valido ovaciones en todos los festivales, galardones y recientemente una merecida nominación al Óscar.
La nominación a mejor actor lograda este martes 25 de enero culmina el regreso de uno de los antiguos protagonistas de Hollywood, que ha admitido que estuvo «en el desierto» durante una década.
The Whale ha llevado a los estudios de cine y a los aficionados a reevaluar el talento de la estrella de La Momia y George de la selva.
Fraser interpreta a un profesor de inglés recluso y obeso mórbido que quiere reencontrarse con su hija, de la que está distanciado.
El actor estadounidense-canadiense, de 54 años, declaró a BBC News que espera que el largometraje contribuya a «acabar con los prejuicios contra quienes padecen obesidad».
Refiriéndose a su personaje, dijo que sentía la necesidad de «ser la voz de los que viven como Charlie», y «representarlo con dignidad y respeto de una forma que no hemos visto antes en la pantalla».
«A menudo perdemos de vista que se trata de seres humanos con pensamientos, sentimientos, corazones y familias», declaró a Lizo Mzimba, corresponsal de espectáculos de la BBC.
«Es una historia que no se cuenta a menudo en los medios de comunicación y que se desarrolla a puerta cerrada en apartamentos de dos habitaciones de todo el país, el continente y el mundo».
La notable transformación de Fraser en la pantalla fue el resultado de unas pesadas prótesis, lo que admitió que fue «un reto», física y emocionalmente.
Listo para volver a empezar
Fraser se convirtió en una gran estrella de la pantalla en 1997 con el papel de George de la Jungla, y luego como el rompecorazones Rick O’Connell en la exitosa trilogía de acción de La Momia entre 1999 y 2008.
También interpretó papeles dramáticos en Dioses y monstruos, The Quiet American y Crash, así como papeles fantásticos en Bedazzled y Viaje al centro de la Tierra.
«Esas películas fueron fantásticas para darme una base sobre la que trabajar», afirma.
Pero su trabajo en el cine se ralentizó a partir de finales de la década de 2000, en medio de años de lesiones sufridas haciendo acrobacias, que le obligaron a operarse de la columna, la rodilla y las cuerdas vocales.
Y tras la ruptura de su matrimonio, hubo una batalla legal por el pago de la manutención de sus hijos, al tiempo que presentaba una denuncia por agresión sexual contra una importante figura de Hollywood.
Cuando el teléfono dejó de sonar, cree que como consecuencia de ello, le costó asumirlo. «Tu sentido del valor viene del trabajo que estás haciendo o si eres capaz incluso de que te lo pidan o te inviten a hacerlo», explicó Fraser, que también ha hecho apariciones como invitado en las series de televisión Scrubs y Los Simpson.
«Me di cuenta de que necesitaba cuidar algunas cosas físicas y chips y caderas y articulaciones y todas esas curiosidades médicas que me había ganado a lo largo de mi viaje haciendo esas películas al principio, y [ahora] estoy listo para empezar de nuevo».