Al menos 2.000 personas han sido acusadas por la Justicia iraní de diversos delitos por participar en las manifestaciones que ya llevan más de tres meses
El futbolista Amir Nasr Azadani consiguió salvarse de la pena de muerte, pero deberá enfrentar 26 años de cárcel después de que un tribunal revolucionario lo condenó por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad y otros dos delitos cometidos durante las protestas en Irán.
Por estas mismas razones otros tres implicados en el asesinato de los tres basijis -milicianos islámicos- en la ciudad de Isfahan han sido condenados a muerte y un cuarto implicado, Soheil Jahangiri, fue condenado a dos años de prisión.
El jugador de origen iraní le dio la vuelta al mundo durante el Mundial de Qatar 2022, esto después de conocerse su condena a muerte por haber apoyado las reivindicaciones de las mujeres de su país. En la nación se han desatado una serie de protestas desde el 16 de septiembre. El detonante fue la muerte de Mahsa Amini, detenida por la Policía de la moral por violar el código de vestimenta islámico.
En total hay 17 condenados por manifestarse en contra de las normativas vigentes en el país. Hay tres sentencias de muerte que ya se han ejecutado y otras dos se encuentran a la espera después de que el Tribunal Supremo tome decisión con respecto a las apelaciones presentadas.
Los tres condenados son, Saleh Mirhashemi, Majid Kazemi Sheikh Shabani, y Saeed Yaqoubi y se les acusa de “moharebe” o “enemistad contra dios”.
El Gobierno iraní ha reprimido fuertemente las movilizaciones en el país, las cuales han sido protagonizadas, sobre todo, por jóvenes y mujeres que piden más libertades y tiene como consigan el grito de “mujer, vida, libertad”. Al menos 2.000 personas han sido acusadas por la Justicia iraní de diversos delitos por su participación en las movilizaciones que comenzaron hace más de tres meses.
La comunidad internacional ha sido enfática condendando este tipo de actos por parte del gobierno iraní. Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional han calificado los juicios como “falsos” e “injustos” y han reiterado que se trata de una “venganza” que aplica el gobierno iraní. Por su parte, la Unión Europea se declaró “consternada” por las ejecuciones y pidió a irán que “anule sin demora” las condenas a muerte.