Pedir una ración de patatas fritas McDonald’s es ahora un poco más fácil, si vives cerca de Fort Worth, Texas. Tan fácil como hablar con una máquina.
El gigante estadounidense de la comida rápida ha presentado un autoservicio digital que ocupa menos espacio y no tiene capacidad para más comensales. Diseñado por la agencia de branding UXUS, el restaurante es un 26% más pequeño que la media de los McDonald’s y combina varias formas de pedir bajo un mismo techo: Puedes aparcar en una ventanilla normal y pedir como haces normalmente, o puedes aparcar y pedir en el mostrador de dentro.
Pero la última innovación de la marca es lo que llama «Order Ahead Lane». Te permite hacer un pedido con antelación, a través de la aplicación móvil de McDonald’s, pasar por alto el carril normal de autoservicio, que puede o no estar ocupado por una línea de coches, y dirigirte directamente al otro carril, donde te servirán el pedido, o mejor dicho, te lo sacarán en una cinta transportadora.
Con su apuesta por lo digital, McDonald’s también está probando una nueva tecnología que permite al personal del restaurante hacer un seguimiento de tu hora de llegada a través de la aplicación y solo empezar a preparar tu pedido cuando estés cerca del restaurante. «Es por la obsesión por la frescura», dice Gottl. Sí, parece un poco acosador, pero ¿la ventaja? Al menos las patatas fritas no se empaparán si te quedas atrapado en un atasco.