Antonio D’Amico, diseñador de moda italiano y gran amor de Gianni Versace, falleció el pasado lunes por la noche (05.12), a los 63 años, tras luchar contra una enfermedad terminal. La noticia, anunciada por su amigo y mánager Rody Mirri en la mañana del martes (06.12), ha sorprendido al mundo de la moda, que siguió de cerca la lujosa relación de D’Amico y Versace entre los años ochenta y noventa.
La pareja, interpretada en pantalla en 2018 por Édgar Ramírez y Ricky Martin en la segunda temporada de American Crime Story, «The Assassination of Gianni Versace», se conoció por primera vez ya en 1982, cuando Versace producía el vestuario de la ópera Josephs Legende, de Richard Strauss, en el célebre Teatro alla Scala de Milán. A sus 36 años, el diseñador conoció a Antonio, de 23, en una cena de celebración posterior a un desfile en Biffi. Ambos estaban saliendo.
La pasión de Gianni por él fue inmediata, e insistió en que Antonio empezara a trabajar para Versace, en una línea más barata, Istante. Aparte de la fascinación mutua, Donatella y Santo Versace no compartían el mismo interés por D’Amico y los tres nunca estuvieron unidos. Antonio tampoco tenía una buena relación con Paul, el novio de Donatella, y su única amiga pasó a ser Cristiana, la mujer de Santo. Irónicamente, era odiada por Gianni.
Antonio pasó los momentos siguientes a la muerte de Gianni en compañía de Elton John en el sur de Francia, de quien incluso ganó un cachorro de cocker spaniel. Cuando regresó al seno de la familia Versace, fue recibido con la noticia de que ya no era bienvenido. Las casas que Gianni había mencionado en su testamento eran, de hecho, propiedad de la empresa. En otras palabras, pertenecían a Allegra. Además, como ambos formaban una unión homosexual, Antonio no tiene derecho a ningún bien de Gianni.
En 1998, D’Amico firmó un acuerdo con la familia Versace, fue despedido de la empresa y se le prohibió entrar en las casas donde vivió con Gianni durante 15 años. Al año siguiente, lanzó su propia línea como diseñador de moda, actividad que mantuvo hasta su muerte.