Elon Musk ahora no solo será recordado como uno de los grandes empresarios/millonarios del mundo, sino también como un pieza clave en la historia de la comunicación y política en los Estados Unidos. Tras haber comprado Twitter por una cantidad de 44.000 millones de dólares, su promesa de liderazgo se está basando en dos cosas, libertad de expresión y transparencia, algo que ha caudado gran revuelo en Estados Unidos.
Pues bien, hace unos días, el fundador de Tesla ha puesto a disposición de los 120 millones de usuarios de la plataforma un primer documento interno que certifica el «papel protagonista de Twitter en el ocultamiento de la primicia del New York Post sobre los correos electrónicos secretos de Hunter Biden, hijo del candidato demócrata Joe Biden». Pero la cosa no acaba ahí. La operación, de hecho, se habría realizado a petición directa de los demócratas, «probablemente a petición del equipo de campaña de Biden». Así lo informó el periodista de la revista Rolling Stones, Matt Taibbi, en clara colaboración con Musk, quien se anticipó al freelance anunciando la publicación de la primicia a las 17:00 horas.
Archivos de Twitter
En realidad, el archivo secreto fue uno de los muchos que puso a disposición el nuevo director general del pajarito azul. Taibbi, de hecho, publicó una pluralidad de documentos y correos electrónicos absolutamente secretos intercambiados entre el personal de la plataforma y los políticos estadounidenses, que Musk decidió compartir con su público. Incluso hay un nombre: los archivos de Twitter. En este caso concreto, las peticiones de los miembros de la campaña de Biden para que se borraran los tuits eran rutinarias. Un ejecutivo escribía a otro: «Más para ser revisado por el equipo de Biden». La respuesta: «Manipulado».
Twitter y el Partido Demócrata
Un sistema que, de hecho, actuó de la mano de la política estadounidense, censurando y limitando lo que podía ser inconveniente para los candidatos. Taibbi especifica cómo este mecanismo estaba en boga tanto para el Partido Demócrata como para el Republicano. Las peticiones de censura, de hecho, también vinieron del equipo de campaña de Trump y fueron totalmente atendidas. Aun así, queda una cosa pendiente. Como se especifica en el undécimo tuit del periodista: «Este sistema no era equilibrado. Se basaba en los contactos. Dado que Twitter estaba y está compuesto en su inmensa mayoría por personas de orientación política, había más canales, más formas de quejarse, abiertas a la izquierda (bueno, a los demócratas), que a la «derecha». Una desproporción que, en esencia, ha favorecido al partido de Joe Biden.