La Agencia Espacial Europea (ESA) ha compartido una impresionante mirada desde el espacio a una «serpiente» de gases atmosféricos que parece retorcerse por la superficie del sol. La ESA lleva estudiando de cerca los fenómenos que se esconden detrás de la meteorología espacial desde febrero de 2020 en el marco de la misión Solar Orbiter, un esfuerzo de colaboración con la NASA. Ocasionalmente, potentes eventos en la superficie del sol pueden tener efectos que se sienten tan lejos como la Tierra, interrumpiendo las comunicaciones y dando lugar a hermosas auroras.
El Solar Orbiter está diseñado para observar el sol de cerca, acercándose a 26 millones de millas de la superficie en el punto más cercano de su órbita. Lleva enviando imágenes a casa desde julio de 2020 y comenzó oficialmente sus operaciones científicas el año pasado. Tarda 168 días en completar un viaje alrededor del sol, mientras mide los vientos solares y otras actividades
En la última observación compartida por la ESA, el Solar Orbiter captó una erupción de plasma en forma de tubo que se mueve a través del sol a más de 160 kilómetros por segundo. Un vídeo de lapso de tiempo realizado al juntar las imágenes de la cámara ultravioleta extrema del Solar Orbiter muestra en segundos un evento que en realidad tuvo lugar durante aproximadamente tres horas el 5 de septiembre, según la ESA. Su aspecto serpenteante es el resultado de gases atmosféricos más fríos «suspendidos por campos magnéticos en el plasma circundante más caliente de la atmósfera del Sol».
Seguimiento de la actividad en la superficie del Sol
La perspectiva también desempeña un papel importante en la aparición de estos fenómenos solares. El Sol no es un objeto plano, como tampoco lo son los campos magnéticos que lo envuelven. «El plasma fluye de un lado a otro, pero el campo magnético está muy retorcido», dice el científico principal David Long, del Laboratorio de Ciencias Espaciales Mullard (UCL), en el Reino Unido. «Así que se produce este cambio de dirección porque estamos mirando hacia abajo en una estructura retorcida».
Los científicos de la misión también dicen que la serpiente de plasma puede haber sido un precursor de otra erupción más grande que ocurrió más tarde, ya que las dos se originaron en la misma región. Afortunadamente, tanto el Solar Orbiter como la Parker Solar Probe de la NASA estaban en posiciones que les permitieron medir los eventos. Es precisamente este tipo de erupciones, denominadas eyecciones de masa coronal, lo que la ESA y la NASA tienen como objetivo. Cada erupción de este tipo que las naves pueden observar es un paso hacia una mejor comprensión del sol y de su papel en la meteorología espacial, y las imágenes no están nada mal.