En las redes sociales siempre habrá un límite en lo que se debe publicar en lo que NO se debe publicar y más aún tratándose cuando eres una figura pública. Un ejemplo claro de los límites, podría ser explicado con loq ue le sucedió a una diputada trans en México, quién subió contenido pornográfico -de su autoría- a su cuenta oficial de Twitter.
Con información de El País
María Clemente se convirtió el año pasado en la primera diputada transexual en la historia del Congreso de México. Ella y su compañera Salma Liébano fueron elegidas como representantes de Morena y rompieron un techo para la comunidad LGTB. Sin embargo, un año después, los focos han vuelto a Clemente tras compartir explícitos videos pornográficos en su cuenta de Twitter. Las imágenes han sembrado la polémica en la política mexicana y varios miembros de la oposición han pedido su dimisión. La diputada reivindica una “sexualidad libre”, mientras su partido afirma que va a analizar las publicaciones en base a su código ético antes de tomar ninguna decisión.
Las publicaciones hechas por la diputada, no fueron de forma accidental, pues según declaraciones de la propia Clemente, ella se dedica a hacer pornografía, le pagan por eso y era su profesión mucho antes de convertirse en diputada de la República de México.
El video, ha desatado gran polémica en México, pues tratándose de una figura política del partido de gobierno, MORENA, muchos mexicanos están pidiendo la renuncia de la diputada, quien al parecer ya borró los videos. Sin embargo, el daño está hecho, pues una vez colgado en redes, el video se ha esparcido como la pólvora.