Este año, Cannes, que abre con el estreno de la cinta de zombis “Z” de Michel Hazanavicius, no solo coincide con los últimos reflujos de la pandemia y la creciente ola de contagio, sino también con la guerra en Ucrania.
Cannes, que comenzó como un producto de la guerra — el festival se lanzó inicialmente como rival francés del Festival de Cine de Venecia, en el que Benito Mussolini y Adolfo Hitler habían comenzado a interferir —;volverá a resonar con los ecos de un conflicto.
Los organizadores prohibieron la entrada al festival a rusos vinculadas al gobierno. Se proyectarán varias películas de destacados cineastas ucranianos, incluido el documental de Sergei Loznitsa “The Natural History of Destruction”.
Imágenes filmadas por el cineasta lituano Mantas Kvedaravičius antes de que éste fuera asesinado en Mariúpol en abril también serán presentadas por su prometida, Hanna Bilobrova.
Al mismo tiempo, Cannes albergará más estrellas de Hollywood que en los últimos tres años. “Top Gun: Maverick” de Joseph Kosinski, cuyo estreno se retrasó debido a la pandemia, se proyectará poco antes de su estreno en cines.
Tom Cruise caminará por la alfombra roja y se sentará para dar una rara entrevista que abarcará toda su carrera.
“El sueño de todo director es poder ir a Cannes algún día”, dice Kosinski. “Ir allí con esta película y con Tom, proyectarla allí y ser parte de la retrospectiva que van a hacer para él, será una experiencia única en la vida”, añadió
Cannes
Luego que el Festival de Cine de Cannes de 2020 se cancelara debido a la pandemia y la edición de 2021 se realizara de manera reducida — hasta se prohibieron los besos en la alfombra roja — la lujosa velada de cine en la Riviera francesa está lista para regresar con una edición que promete ser algo más normal.
O al menos el estilo muy particular de normalidad de Cannes, donde durante 12 días la ropa formal y el cine se mezclan en un esplendor moteado por el sol, las largas ovaciones de pie son cronometradas y los nombres de directores como “Kore-eda” y “Denis” se pronuncian con profunda reverencia.
Lo que pasa por habitual en Cannes nunca ha sido particularmente ordinario, pero ha resistido notablemente las fluctuaciones del tiempo.
Desde el primer festival en 1946, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, Cannes se ha mantenido como un espectáculo maximalista que pone el cine mundial y el glamour de la Costa Azul en el centro de atención. Y este año celebra su 75 aniversario.
“Esperemos que ahora vuelva a ser un Cannes normal”, dice Ruben Östlund, quien regresa este año con la sátira social “Triangle of Sadness” («El triángulo de la tristeza»), una continuación de su película ganadora de la Palma de Oro en 2017, “The Square” («The Square, la farsa del arte»).
“Es un lugar fantástico si eres cineasta. Sientes que tienes la atención del mundo del cine”, agrega Östlund. “Escuchar el murmullo alrededor, la gente hablando sobre las diferentes películas. Con suerte, están hablando de tu película”.