La cantante Hana Horká, de República Checa, murió a los 57 años de edad luego de haberse contagiado por voluntad propia de coronavirus, puesto que ansiaba adquirir los anticuerpos de las personas vacunadas sin recibir la inyección correspondiente.
Así fue como para cumplir sus deseos, la autoproclamada antivacunas, pasó tiempo con su padre y su hijo, quienes estaban contagiados desde la Navidad pero se encontraban con sus vacunas al día.
Dos días antes a su fallecimiento, la celebridad de origen checo publicó un mensaje en su cuenta oficial en la red social de Facebook en el que aseguraba haber sobrevivido a la variante delta.
“Habrá teatro, sauna, concierto y un viaje urgente al mar”, comentó en relación a todo lo que podría hacer ahora que, según ella, ya estaba reforzada.
En la República Checa, la prueba de una vacuna o de la reciente recuperación del coronavirus es necesaria en todos los lugares culturales y deportivos, así como en los bares y restaurantes.
Rek acusó a las figuras locales del movimiento antivacunas de haber convencido a su madre de no vacunarse y de tener así «sangre en las manos».