Ben Affleck habló sin filtros sobre su romance con Jennifer López y la relación que tuvo con su exesposa Jennifer Garner.
El actor y director estadounidense, de 49 años, aseguró que durante su matrimonio con Garner bebía para tolerar su relación. Y, explicó que antes iniciar su noviazgo con JLo sintió inseguridades por el daño que le haría a sus hijos.
Durante una entrevista con Howard Stern, el ganador del Oscar reconoció que también tuvo dudas antes de reavivar su relación con la «Diva del Bronx» debido al intenso interés que hay en la pareja.
En esta conversación, Affleck dijo que “probablemente seguiría bebiendo” si todavía estuviera casado con Garner, de quien se separó en 2015.
Sobre su matrimonio de una década con Garner, el actor admitió que su relación estaba tan mal que: “parte de la razón por la que comencé a beber fue porque estaba atrapado”, afirmó.
“Yo estaba como ‘No puedo irme por mis hijos, pero no estoy feliz, ¿qué hago?’ Y lo que hice fue beber una botella de whisky y me quedé dormido en el sofá, que resultó no ser la solución”, explicó.
“Teníamos un matrimonio que no funcionaba. Lo intentamos porque teníamos hijos. No queríamos que fuera el modelo de matrimonio para los niños. Hicimos lo mejor”, aseguró. “Es alguien a quien quiero y respeto, pero con quien no debía seguir casado”.
A pesar de sus dificultades, Affleck dijo que él y Garner terminaron “amigablemente” su matrimonio. “Sabía que era una buena madre y esperaba que supiera que yo era un buen padre. Tenía que estar sobrio –también lo sabía– y lo reconocí”, aseveró.
El director de Argo explicó que por ser una figura pública los resultados negativos al iniciar un nuevo romance, tras su matrimonio, podrían ser catastróficos para su familia e hijos. Affleck y Garner comparten tres hijos: Violet, 16, Seraphina, 12 y Samuel, nueve.
“Mi vida les afecta. Su mamá y yo somos celebridades. Eso es difícil. Es una cruz que llevar”, dijo el actor.
Segunda oportunidad
Por lo que darse una segunda oportunidad con Jennifer López, Ben tuvo que pensarlo dos veces antes de volver con ella por las repercusiones que podría tener para sus hijos su nueva relación. “Seguro que se me pasó por la cabeza. Mi responsabilidad para con mis hijos es la más alta responsabilidad. No quiero hacer nada que sea doloroso o destructivo para ellos si puedo evitarlo”, aclaró.