No importa cuántos años han pasado, Valentina Quintero sigue estando vigente en el corazón de millones y si hablar de turismo se trata, sigue siendo el principal icono en Venezuela.
En paisajes tropicales, exóticos y hasta salvajes, Valentina siempre se ha mostrado de lo más jovial, divertida y ocurrente; por lo que el apodo de «doñita» no es que le caiga del todo bien.
A través de las redes sociales, con el Avila de fondo y con unos lentes de sol bastante envidiables, Valentina se pronunció; «salgo yo una mañana, luminosa, feliz y después de un alarde de pericia estacionándome entre los carros, sale de la nada un bien cuidadito: ‘doñita, doñita, ahí no se puede estacionar'».
Y Valentina no se quedó con esa, «a mí no me digas doñita oíste, ¡a mi no me digas doñita! Yo no soy doñita tuya ni de nadie, como una loca».
Resaltando que esa palabra no existe en el diccionario y que nadie quiere que le digan doñita.
Como era de esperarse, muchos se sintieron identificados con el comentario de Valentina y, se hicieron sentir a través de los comentarios.