La situación se sigue agravando para Travis Scott y los organizadores del Astroworld Festival, donde el 5 de noviembre murieron ocho personas y decenas resultaron heridas.
Esta semana se confirmaron dos víctimas más de la tragedia: un estudiante universitario y un niño de nueve años, que acompañó a su padre en el concierto del rapero.
Ezra Blount, un niño de apenas nueve años, falleció el domingo, según un comunicado del abogado de su familia. “La familia Blount está de luto esta noche por la incomprensible pérdida de su precioso hijo. Este no debería haber sido el resultado de llevar a su hijo a un concierto, lo que debería haber sido una fiesta feliz. La muerte de Ezra es demasiado dolorosa. Estamos comprometidos con la búsqueda de respuestas y justicia para la familia Blount. Pero esta noche nos solidarizamos con la familia, en el dolor y en la oración”, dijo Ben Crump, el abogado, en un comunicado.
Según fuentes, el padre del niño lo tenía sobre sus hombros cuando comenzó el concierto de Travis Scott. Pero cuando una avalancha de personas comenzó a empujar para acercarse al escenario, el hombre cayó inconsciente y el niño fue pateado y pisoteado en el suelo. Estaba en coma inducido.
Los miembros de la audiencia describieron los empujones como ‘una trampa mortal’, dejando a muchos pisoteados y luchando por respirar.
Las familias de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia del Astroworld Festival han presentado una serie de demandas contra Travis Scott, el organizador del festival y otras personas involucradas.
Van a pedir una indemnización millonaria.
El jefe de bomberos de Houston, Samuel Peña, quien rescató a las víctimas, le dijo a CNN en una entrevista: “Todos en ese lugar, comenzando por el artista, son responsables de la seguridad pública”.