Uno nunca sabe qué esperar del thriller doméstico de Pablo Larraín, ya sea un psicodrama o un espectáculo de alto nivel. En un momento, la familia real se pesa en una balanza de lujo como parte de un anticuado ritual que se remonta a la Edad Media. Al siguiente, Diana está comiendo una cubeta de KFC con los príncipes Guillermo y Harry. Y ahora, el KFC de la vida real se suma a la Spencermanía, con su propia oferta extra especial de alta costura inspirada en Diana, para chuparse los dedos.
Tal vez no haya una declaración de sastrería más conocida que el icónico (si eres un Windsor, tal vez prefieras «infame») suéter negro de oveja, que llevó a innumerables eventos con el Príncipe Carlos en los años 80 y 90. Y ahora, por el módico precio de 35 libras (unos cincuenta dólares), cuyos beneficios se destinan a la Fundación KFC, que apoya a organizaciones juveniles de base en todo el Reino Unido, puedes conseguir el equivalente de KFC: un suéter negro de pollo llamado acertadamente «The Spencer». También es de un rojo llamativo, con el mismo patrón que el original… aunque con un toque avícola.
Como refleja la propia película, la Princesa de Gales tenía una forma endiablada de utilizar su armario para rebelarse (como hacemos muchos de nosotros, sólo que con más prendas de diseño de las que incluso Patrizia Reggiani podría meter en su vestidor).
Aunque la pieza en sí no se ve en Spencer, es posible que hayas visto a Emma Corrin luciéndola en la última temporada de The Crown, en capas sobre un elegante número con cuello de volantes. Según Grazia, el original que llevaba Diana se encuentra ahora en el Museo Victoria & Albert de Londres.
Si la versión de KFC es demasiado vistosa para tu gusto, quizá prefieras una réplica con el motivo original, más esponjoso, tejida por Rowing Blazers. Pero a 295 dólares, le costará casi nueve veces la variante de Kentucky fried. Eso es un montón de Cubos de Ganga.