Kanye West, ahora llamado Ye, se presentó a sí mismo como una especie de líder religioso, ofreciendo servicios dominicales cristianos con música y una estructura característica.
La congregación fue ganando relevancia en 2019 y se convirtieron en una cita obligatoria para todos los amigos celebridades que forman parte del círculo social del rapero y de su entonces familia política, los Kardashian-Jenner.
El pasado fin de semana, Kanye volvió a llevar a cabo uno de sus encuentros espirituales abiertos a todas las creencias, que contó con dos invitados especiales, Justin Bieber y Marilyn Manson. Bieber ya pertenecía anteriormente a un culto Cristiano.
El cantante canadiense quiso adoptar un perfil discreto ocultándose bajo la capucha del suéter que llevaba puesto, aunque en un momento sí usó el micrófono para anunciar: “Hoy expulsamos toda presencia demoníaca en nombre de Jesús”.
Marilyn por su parte, quien ha permanecido alejado de la vida pública tras recibir varias acusaciones por abuso a mujeres, tuvo un papel más activo liderando uno de los círculos de oración e incluso se inclinó hacia Ye para tocarle la frente con la suya mientras ambos cerraban los ojos.
Cabe mencionar que el código de vestimenta era estrictamente ir de blanco y muchos se cubrían con unas capas que solo dejaban a la vista la zona de los ojos, como era el caso de Marilyn.