Quentin Tarantino defiende el gran número de pies que aparecen en sus películas. Tarantino ha publicado recientemente una novelización de su novena película Once Upon a Time In Hollywood. También ha sopesado abiertamente la posibilidad de retirarse del cine antes de estrenar su largamente prometida décima y última película.
Queda por ver si Tarantino cumplirá su amenaza de retirarse a la vida de las letras antes de estrenar su décima película. Si decide hacer una décima película, será fascinante ver qué historia elige para su prometida última película como director. Sin embargo, una cosa es segura: no importa de qué trate su última película, habrá muchos disparos de pies.
Por supuesto, se ha señalado muchas veces a lo largo de los años que a Tarantino le gusta poner planos de pies, y especialmente de pies de mujeres, en sus películas. Recientemente, cuando el director habló con GQ sobre la novelización de Once Upon a Time In Hollywood, tuvo la oportunidad de responder a las acusaciones de que padece un fetiche cinematográfico por los pies cuando el entrevistador le preguntó directamente sobre el asunto. Tarantino parecía un poco molesto por la pregunta, pero dio una respuesta muy Tarantino:
«No me lo tomo en serio. Hay muchos pies en muchas películas de buenos directores. Es simplemente una buena dirección. Antes de mí, la persona que definió el fetichismo de los pies fue Luis Buñuel, otro director de cine. Y Hitchcock fue acusado de ello y Sofia Coppola ha sido acusada de ello».
Por supuesto, no es ninguna sorpresa ver a Tarantino referirse automáticamente a sí mismo como un «buen director» y agruparse con gente como Luis Buñuel y Alfred Hitchcock. Nunca se le ha acusado de modestia. Sin embargo, es interesante que también traiga a colación a Sofia Coppola, contemporánea suya y mujer, casi como si se tomara la cuestión de los pies como una acusación de sexismo y sintiera la necesidad de ofrecer una directora actual que haga lo mismo.
De hecho, algún día alguien podría repasar todas las películas de la historia y contar el número de planos de pies gratuitos para responder de una vez por todas a qué director le gustaban más los pies. Pero por ahora, Tarantino es el cineasta más asociado a las tomas de pies en el cine, y no está cerca. Su fascinación por esta parte de la anatomía humana apareció por primera vez en Pulp Fiction, donde los pies de Uma Thurman eran un elemento visual central en la famosa escena de baile de la película, y sólo parece haberse profundizado con los años. Érase una vez en Hollywood, de hecho, aumentó la fascinación de Tarantino por los pies, ya que presentaba a un montón de chicas hippies de los años 60 sin zapatos, y daba a los pies desnudos de las actrices Margaret Qualley y Margot Robbie un escaparate especialmente atrevido.
Los críticos de Tarantino señalarán, por supuesto, su fetiche por los pies femeninos como una señal de que es una persona extraña y algo espeluznante cuyas películas reflejan un punto de vista sexista. Los fans de Tarantino, obviamente, lo defenderán desestimando su fascinación por los pies como una mera rareza. En última instancia, el tema de los pies es poco más que una extraña nota secundaria en la carrera de Tarantino, ya que sus películas poseen suficiente sustancia cinematográfica real para valerse por sí mismas.