Nacida en Maracaibo, estado Zulia, Dinna Rivera encontró su pasión en Argentina en el año 2017 cuando tenía 24 años y se enamoró de las agujas y el arte plasmado en la piel. Desde entonces, inició un apasionante camino por el mundo del tatuaje. Primero en Buenos Aires – ciudad que la recibió como migrante por primera vez – en la Escuela The Tattoo Academy y más tarde en Santiago de Chile donde reside actualmente y desarrolla su trabajo. Pueden disfrutar de su arte siguiendo la cuenta @dinna.tattooer .
Dinna Rivera estudió Arquitectura en Venezuela, pero su sensibilidad por lo estético empezó desde pequeña cuando estudió en la Academia de Artes Walter&Werner y luego con la música clásica en el Conservatorio José Luis Paz en Maracaibo. Poco tiempo después empezó a experimentar con el graffiti pintando murales y con la pintura en acrílico, hasta que en Argentina aprendió a tatuar y desde entonces, no paró hasta hacerse experta en la técnica del puntillismo realista (Dotwork).
Como resultado de esa pasión y perseverancia, Dinna comenzó a participar consecutivamente en concursos y ferias para tatuadores en Chile. Así resultó ganadora del primer lugar en la categoría de puntillismo en la Primera Convención Inked Chile en el año 2018.
Ese mismo año participó en la Tattoo Week y se llevó el 3er lugar en la categoría Dotwork, su especialidad. En el 2019 decidió ir por más y participó en el Comic Ink nuevamente en la categoría Dotwork y se llevó el primer lugar. Con la energía conseguida en ese encuentro, participó en la Tattoo Weekend y salió premiada con el 3er lugar en una categoria que comprendia los estilos tribal, ornamental, blackwork y dotwork en el año 2019. Con su brillante participación, ganó la atención de Memento, una revista digital especializada en tatuajes, con quien conversó sobre su trabajo.
Su fuente de inspiración es el arte clásico, al respecto Dinna Rivera considera que su clara obsesión por la mitología griega, las esculturas, la era del romanticismo, el barroco y los grabados son la fuente de inspiración para desarrollar la técnica del puntillismo. “Gran parte de mi trabajo lo realizó con agujas extremadamente finas para poder alcanzar la mayor cantidad de detalles posibles en el tatuaje. Así, punto por punto“. Con su arte busca transmitir emociones “no solo al portador del tatuaje sino también al que lo ve“.