Mientras que Sony consiguió su franquicia Venom comenzó en 2018, la película del villano de Spider-Man fue originalmente imaginada como una película de terror oscuro. Aunque Venom se estrenó en 2018, Sony había querido hacer una película centrada en Eddie Brock desde Spider-Man 3. Tras el final de la trilogía de Sam Raimi, Sony reinició al trepamuros con la serie The Amazing Spider-Man de Marc Webb, que fue desechada tras dos entregas. Ya entonces, Sony intentaba realizar un spinoff de Venom, pero sin éxito.
Después de años en los que Venom estuvo atascado y bajo llave, Sony finalmente vio cómo la película se hacía realidad, con Tom Hardy como protagonista del personaje titular. Como la película de Marvel fue un éxito comercial, Sony no tardó en dar luz verde a una secuela, con Venom: Let There Be Carnage, que llegará a finales de este año. Sin embargo, aunque Sony consiguió producir su secuela de Venom tras años de intentos, la película iba a ser originalmente algo completamente diferente. Para empezar, Sony pretendía hacer Venom con un presupuesto bajo, en lugar de los 100-115 millones de dólares que se informó que tenía. En cuanto al tono, Venom iba a apoyarse en gran medida en el género de terror corporal, algo que todavía no se ha utilizado en muchas películas de cómics.
Dada la naturaleza del simbionte como concepto, podría haber dado lugar a que Venom se convirtiera en una de las películas de cómic más intensas hasta la fecha. La obra de terror de John Carpenter y David Cronenberg también era algo en lo que Venom debía inspirarse a mayor escala. Aunque el tono de la película tenía algunos de esos elementos, lo redujeron enormemente. El plan era también que Venom diera el punto de salida al Universo Cinematográfico de Sony Pictures con una calificación R, pero se cambió y se hizo menos adulta para permitirle una calificación PG-13. Los cambios se produjeron finalmente después de que Sony viera el resultado financiero de Spider-Man: Homecoming.
Aunque las conexiones entre el SPUMC y el MCU siguen siendo muy poco claras, es obvio que Sony no ha querido descartar la idea de ver a Spider-Man y Venom compartiendo pantalla en algún momento. Si Sony hubiera procedido a hacer Venom y el resto de su universo relacionado con Marvel con calificación R, el Spider-Man de Tom Holland nunca encajaría en esas películas debido a los tonos más oscuros. El Spider-Man del MCU se estableció en una franquicia con calificación PG-13, lo que no habría chocado bien con la película original de Venom de Sony, dado lo descarnado que pretendía ser al principio. Si bien la idea de un crossover podría ser atractiva para muchos sobre el papel, la ejecución habría sido definitivamente una bolsa mixta.
Aunque Sony podría haber introducido un nuevo Spider-Man para el SPUMC, también es comprensible que el Spider-Man de Holland sea su prioridad si es que alguna vez quieren que Peter aparezca en Venom o en las otras películas. Pero también tiene sentido para aquellos que quizás no conectaron con el producto final de Venom, que tenía un gran tono de amigo/policía entre Eddie y el Simbionte. Mientras que Venom ciertamente tenía un sentido del tema del horror corporal, uno sólo puede imaginar cuánto más lejos podrían haberlo llevado si Sony se hubiera apegado al concepto de clasificación R para su nuevo universo.