La actriz multipremiada Meryl Streep confesó que el papel de MirandaPriestly en “El diablo viste a la moda” fue uno de los momentos más terribles de su carrera en el que casi toma la decisión de retirarse, además que influyó en sus relaciones personales fuera de la pantalla.
En una entrevista con Entertaiment Weekly con motivo al aniversario número 15 de la película El diablo viste a la moda, entrevistaron a la reconocida interprete de 71 años junto a sus compañeras de elenco Anne Hathaway y Emily Blunt, quienes revelaron sus experiencias durante la grabación de la cinta.
Durante la conversación, la ganadora del Óscar confesó que fue muy difícil para ella el rodaje del filme, debido al “frío y despiadado” papel que encarnó, lo que la llevó a sentirte “miserable”.
“Fue horrible. Me sentí fatal. Podía escuchar a todos reír. Estaba tan deprimida. Dije: ‘Bueno, es el precio que pagas por ser el jefe’. Esa fue la última vez que intenté algo con ‘el método’”, comentó la multinominada a los premios de la Academia.
El mencionado “método” que reveló la estadounidense, se trata de una construcción psicológica de la escuela de interpretación heredada de Konstantín Stanislavski, en la que el actor permanece en el personaje durante el tiempo completo del rodaje de la película.
“Meryl es muy sociable y divertida, pero en ese rodaje no lo fue. Era como si fuese inaccesible”, expresó Blunt. Una situación tan incómoda para Streep que a partir de esa película rechazó por completo volver a aplicar ‘el método’ de Stanislavski.