El anuncio de la adquisición de MGM por parte de Amazon, por valor de 8.450 millones de dólares, dejó una pregunta persistente sobre lo que esto significaba para la franquicia de James Bond. Pero ahora tenemos una respuesta, ya que según Variety, los productores de Bond, Barbara Broccoli y Michael G. Wilson, tienen la intención de mantener al icónico superespía de Ian Fleming en los cines.
«Estamos comprometidos a seguir haciendo películas de James Bond para el público mundial», dijeron Broccoli y Wilson en un comunicado conjunto. Su empresa Eon Productions adquirió por primera vez los derechos del personaje en 1961, bajo la dirección del patriarca Albert Broccoli, quien también firmó el acuerdo que daba a MGM los derechos para financiar y distribuir sus películas de Bond. Sin embargo, Eon sigue teniendo la última palabra en las decisiones relativas a la comercialización y distribución.
El compromiso de Eon con el estreno en cines es evidente desde hace tiempo. No Time to Die, la próxima 25ª entrega de la franquicia, se ha retrasado en varias ocasiones debido a la pandemia del virus Covid, evitando las opciones de estreno en streaming y video bajo demanda que otros distribuidores han adoptado.
La decisión de posponer la película, prevista inicialmente para abril de 2020, se produjo en medio de una campaña de marketing mundial que costó a MGM entre 30 y 50 millones de dólares. Revisaron la fecha de estreno una y otra vez, antes de decidirse por el plan actual del 7 de octubre.
No Time to Die supone el último turno de Daniel Craig como Bond. Craig no será fácil de reemplazar, ya que ha sido el actor que más tiempo ha estado en el papel de Bond, después de inaugurar la era moderna de la franquicia con Casino Royale, de 2006. Broccoli y Wilson también tienen la última palabra en el reparto del sustituto de Craig, lo que será clave en el momento en que MGM pase a estar bajo una nueva dirección.
Es lógico que Eon siga apostando por los estrenos en salas de cine. Las películas de Bond son la definición de libro de texto de las películas de palomitas, y sería difícil justificar el coste de todo ese espectáculo sin un rendimiento masivo en taquilla. Por otra parte, Amazon ha asumido unos costes de producción alucinantes para programas en streaming como su próxima adaptación de El Señor de los Anillos, que costó casi 500 millones de dólares sólo en su primera temporada, así que quizás el dinero no sea un problema en este caso. En cualquier caso, Bond seguirá en la gran pantalla, donde las explosiones pueden seguir siendo tan masivas como se pretendía.