Desde su concepción, The Crown parecía destinado a ser un título que generara revuelo. La siempre controversial familia real británica ofrecía material de sobra para inspirar una ficción de varias temporadas, pero sólo con el estreno de su cuarto ciclo la serie explotó como un producto capaz de irritar tanto a la casa de Windsor como a buena parte de Reino Unido.
Algunos señalaron que esta vez la producción perdió sutileza, otros que el periodo histórico que abordaron los capítulos estrenados en noviembre (llegada de Lady Di a Buckingham, mandato de Margaret Thatcher) inevitablemente tenían un componente polémico. Como sea, su temporada más reciente generó críticas de parte de la propia administración de Boris Johnson, que –sin éxito– llamó a Netflix a explicitar al inicio de cada episodio que la serie se trataba de un “trabajo de ficción”.
Luego de ser premiado en los Globos de Oro y en los Critics Choice Awards, este domingo 7 el éxito de Netflix volvió a la conversación por sus roces con la realidad. La entrevista que concedieron Harry y Meghan a Oprah Winfrey en CBS develó la dura experiencia que vivió la actriz estadounidense durante sus años como integrante activa de la familia real.
Frente a la explosiva conversación, las comparaciones de inmediato giraron a las vivencias de Diana en los años 80, expuestas en el cuarto ciclo de The Crown a través de la interpretación de la actriz Emma Corrin y la visión de Peter Morgan, el amo y señor de la producción de la plataforma de streaming (de hecho, Winfrey interrogó a la pareja sobre si veían la serie, despertando un tímido “algo”).
También a cómo, eventualmente, la historia podría reflejar en la pantalla los recovecos de Buckingham en los últimos años, que incluyen la boda real de Guillermo y Kate Middleton en 2011, y el escándalo alrededor del vínculo de Jeffrey Epstein con el príncipe Andrés (quien quedó en mal pie tras una entrevista televisiva a la BBC en noviembre de 2019), además del llamado “Mexit” de marzo de 2020.
Pese al acentuado interés en que la serie integre estos hechos a su trama, su creador y showrunner no tiene planes en que la producción abarque sucesos tan recientes. El motivo lo atribuye a lo que llama la “regla de 20 años”, el tiempo que considera prudente primero debe transcurrir antes de llevar a la ficción personajes y acontecimientos históricos.
“Eso es tiempo suficiente y distancia suficiente para comprender realmente algo, comprender su función, comprender su posición, comprender su relevancia. A menudo, las cosas que hoy en día parecen absolutamente importantes se olvidan instantáneamente, y otras cosas tienden a quedarse y demostrar ser históricamente muy relevantes y duraderas”, explicó Morgan a The Hollywood Reporter en agosto de 2020.
En esa entrevista, realizada antes del estreno de la cuarta temporada en noviembre, se refirió directamente a la posibilidad de sumar a la serie al hijo menor de Diana y a su esposa. “No quiero escribir sobre ellos porque escribir sobre ellos lo convertiría instantáneamente en algo periodístico. Y hay muchos periodistas que ya escriben sobre ellos. Para ser dramaturgo, creo que necesitas perspectiva y también debes permitir la oportunidad de la metáfora. Una vez que algo tiene una posibilidad metafórica, puede volverse interesante”, señaló.
De hecho, el realizador sugirió que podría estar planteando el drama de los duques de Sussex sin exponerlo directamente en la pantalla, como algunos interpretaron tras ver el cuarto ciclo. “Ha habido tantos ejemplos en el pasado, ya sea Wallis Simpson o Eduardo VII, o Diana y el príncipe Carlos (…) Ha habido esposas que se han casado con miembros de la familia real que no se han sentido bienvenidas y que no encajan. Así que hay muchas historias que contar sin contar la historia de Harry y Meghan”, apuntó el cerebro de la ficción.
Según la última actualización que entregaron Netflix y Morgan, The Crown finalizará con dos temporadas más, con la primera de ellas debutando recién en 2022. Al igual que entre el segundo y el tercer ciclo, le espera un cambio completo de elenco: Imelda Staunton (Isabel II), Lesley Manville (Margarita) y Jonathan Pryce (Felipe) tomarán el relevo de Olivia Colman, Helena Bonham Carter y Tobias Menzies, respectivamente.
La premiada Emma Corrin, en tanto, será sustituida por la australiana Elizabeth Debicki (Tenet) como Diana, mientras permanece en incógnita qué actor encarnará a Carlos en la quinta temporada, luego de Josh O’Connor. También queda por confirmar qué grado de importancia tendrán las versiones adolescentes y adultas de Guillermo y Harry.
El hijo menor de Lady Di al menos es un espectador frecuente de la serie de Netflix, según contó a James Corden a comienzos de año. Con más soltura que en la conversación con Oprah Winfrey, reveló que no se complicaba con la producción. “Me siento mucho más cómodo con The Crown que viendo las noticias sobre mi familia, mi esposa o yo mismo”.
“No pretende ser noticias. Es ficticio, pero está vagamente basado en la verdad. Por supuesto que no es estrictamente exacto. Te da una idea aproximada de qué es ese estilo de vida, las presiones de poner el deber y el servicio por encima de la familia y todo lo demás, lo que puede surgir de eso”, indicó Harry, de ánimo incluso para sugerir un actor que lo podía llegara interpretar en la ficción: su compatriota Damian Lewis, de 50 años y popular por Homeland y Billions.
Peter Morgan ya cambió de parecer una vez, cuando volvió a su plan original de seis temporadas luego de anunciar que sólo serían cinco, por lo que su “regla de 20 años” podría someterse a cierta flexibilidad. Es lo que espera buena parte de los seguidores y, quizás, algunos de sus propios protagonistas.