“Sabía que si no lo decía, lo haría. Y yo… simplemente ya no quería vivir más. Y ese era un pensamiento constante muy claro, real y aterrador”, señaló la también actriz en la entrevista de dos horas.
Markle, de 39 años, aseguró que le dijo a la familia real que estaba luchando y que necesitaba ayuda profesional, pero le dijeron que “no podía, que no sería bueno para la institución».
Por su lado, Harry, de 36 años, dijo que se sintió “realmente decepcionado” por la falta de apoyo de su padre en toda la situación, “porque él pasó por algo similar. Él sabe cómo se siente el dolor”.
“Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera”, dijo en alusión a la separación de sus padres y al trágico destino de su madre, la princesa Diana, quien murió en 1997 en un accidente de tránsito en París cuando el conductor del auto en que viajaba junto con su pareja intentaba escapar de los paparazzi.
La presente entrevista evoca la que Diana concedió a la BBC en 1995, en la que admitió haber engañado a Carlos con el oficial del ejército James Hewitt.
AFP