Detalles y más detalles han sido revelados en la entrevista que concedieron Meghan Markle y el príncipe Harry a Oprah Winfrey; lo que parecía ser una señal de apertura a la diversidad para la familia real británica, se volvió un cuento amargo.
Desde el 2018, cuando la pareja contrajo matrimonio, su relación con los monarcas y la prensa fue del todo conflictiva y, aunque algo de esta información se sabía, Harry y Meghan sorprendieron al Palacio de Buckingham cuando en 2020 anunciaron su retirada como miembros de la realeza.
Y, justo cuando se cumplió un año del llamado «Megxit», un regreso fue del todo descartado, al momento de ser anunciado el encuentro entre los exduques de Sussex con Winfrey; la reina, indignada por la exposición en la TV norteamericana, ordenó a la pareja a renunciar a todos sus títulos honoríficos y patronatos luego de confirmar que no regresarían como miembros activos de la realeza.
Oprah le recordó a Meghan todo lo que se dijo en la prensa durante los días previos a la boda; una boda que según la propia entrevistada “nunca sintió como si fuese SU día”.
Incisiva, fue directo al punto más conflictivo: su relación con Kate Middleton, la esposa de William. “Se dijo que la habías hecho llorar”, la interpeló la presentadora. “Fue exactamente al revés”, se defendió Meghan. “¿Tú no hiciste llorar a Kate, ella te hizo llorar a ti?”, repreguntó la conductora. “Sí”, contestó ella.
Meghan detalló que el episodio y aseguró que no lo hace para “desprestigiar” a Kate, porque “se disculpó, me trajo flores y se responsabilizó por ello”, sino para dejarlo en claro, porque todos en le Palacio sabían la verdad y no la defendieron.