Los lujos que puede darse un político -en el poder- pueden ser un poco estrafalarios, algunos optan por comer manjares de otras regiones del mundo, otros quieren tener vehículos de la mejor marca. Sin embargo, en Venezuela algunos se van a los caprichos de conocer y tener shows privados de artistas internacionales, aunque todo lo que dijimos al principio también son características que se cumplen.
Recientemente, el diario ABC de España, realizó un artículo donde reveló una historia sobre la actriz española A Alba Rico, quien pasó un amargo episodio durante su visita en Venezuela. Rico, es conocida por su papel de Naty en la serie de Disney Channel, Violetta.
Según, el diario español, la artista tuvo que dar un show privado a familiares de Nicolás Maduro y ser complacientes con algunos jerarcas del régimen.
Con solo cuatro años ya imaginaba su futuro sobre un escenario. Las tardes de su infancia transcurrieron en el patio de butacas del teatro de Murcia, donde su abuela participaba en zarzuelas de grupos para la tercera edad. A Alba Rico (Alicante, 1989) le fascinaba la idea de meterse cada día en la piel de un personaje diferente. Durante un concierto de Bom Bom Chip le dijo a su madre: «Yo voy a estar ahí arriba». En su colegio de monjas no lo encajaron demasiado bien. La madre superiora le auguró que se moriría de hambre. Por suerte no fue así. Su sueño se mantuvo en pie. Estudió Arte Dramático y logró liberarse de una timidez extrema que arrastraba desde niña. «Mi profesora de teatro pensaba que tenía algo de autismo, pero yo quería ser actriz. Fue mucha lucha interna continua contra esa vergüenza absoluta. Una pelea conmigo mismo. El teatro me ayudó», rememora.
Unos meses antes de terminar la carrera, recibió una llamada desde Madrid para hacer un casting de la serie argentina ‘Violetta’ de Disney Channel. «Llegué como Paco Martínez Soria, me subí en un tren con mi madre y me fui para allá». Tuvo muy buen feeling y supo que aquel papel era para ella. «Buscaban un estereotipo muy español, morena. Y me llamaron».
Durante cinco años se afincó en Buenos Aires para interpretar el papel de Naty Vidal en la serie; 80 capítulos por cada una de las temporadas. Entre la segunda y la tercera, en el año 2013, se embarcaron en una gira de seis meses, con una adaptación teatral de la serie. Resultó ser un boom y llenaron decenas de estadios. Arrancaron en el Gran Rex de Buenos Aires con 70 funciones y luego continuaron por Latinoamérica.
Su paso por Venezuela le dejó un sabor amargo. «Actuamos en Valencia y Caracas. En Caracas, los teloneros eran unos reguetoneros con una letras muy subidas de tono y nuestra productora se alarmó por difundir ese mensaje para un público infantil. Los organizadores de Venezuela dijeron que si ellos no cantábamos, nosotros tampoco».
«A Venezuela no volvimos, nunca había tenido antes esa sensación en ningún país. No tanto de peligro, sino de incomodidad. ‘Hasta que no se firmen tantos autógrafos no se sale de aquí’, nos dejaban usar la zona VIP del aeropuerto a cambio de firmar diez camisetas para diez hijos de militares. Fue muy desagradable. Teníamos que entrar de dos en dos en una habitación del estadio donde estaba la nieta de Maduro con sus compañeras de colegio. Las saludamos y les firmamos en las agendas. La productora nos dijo en broma, si queréis recuperar el pasaporte ya podéis ir atendiéndolas».
Nada más llegar se dieron cuenta de cuál era el código. «Si no se firmaban autógrafos no nos movíamos, todo era trueque para poder hacer el trabajo normal». También rememora su actuación en Barranquilla, Colombia, donde tuvieron que interpretar toda la función con el mismo vestuario después de que una tromba de agua diera al traste con su equipaje.